Monday, 30 December 2013

Impulso

It's like a bomb that never explodes.

Que todo va bien, que cayeron tus ruinas.


Parece que soy fan de eso de crear dolor. De sembrar la duda. A veces. Parece que voy buscando todo lo que no espero hacer... y todo lo que deseo hacer.

Siempre acabamos igual, quizás alguna vez ya no me duela tanto.

No son perfectos. No son de película. Ni de ciencia ficción. Son reales. De la vida pasajera. Del mundo sensible. Son lo que menos esperas cuando tratas de esperar. Y son tus amigos, siempre que trates de vivir.
¿Y qué se puede esperar de otros trescientos y tantos días por delante? ¿Y por qué cada vez todo es más diferente a todo lo que pensé el día anterior? ¿Por qué ni siquiera puedo intuir cómo será tu mirada dentro de un par de meses? ¿Y qué puedo perder? ¿Y qué puedo perder? ¿Y qué? Puedo perderte.
Puedo perderos.
Puedo perderme.

Sería increíble poder decir que lo que quiero es que nos perdamos. Todos juntos. Y a la vez a solas. Quiero hablar. Contar mi historia. Lo que nunca nos decimos. Aunque siempre pensemos que ya no hay más que contar.
Os necesito como nunca. Como nunca. Y siento que no. Que no, que no. Que ni siquiera sé dónde estoy ahora mismo. Que ni siquiera esta memoria permanece. Parece que prefiere desaparecer, a pasos de gigante. Como si se hubiera adelantado al futuro. Perder la memoria. Perder los recuerdos. Dormirme en la parte más interesante de la película.
Y arrepentirme.
De no haber sabido que eras mi impulso. Que todos fuisteis mi impulso alguna vez.

Odio olvidar. Adoro recordar cómo nos conocimos. Odio perder el contacto visual. Adoro atar cabos, saber por qué. Odio solo ver tu espalda al andar.
Es como un estado de transición. Y nunca salgo de ahí. Nunca llega el siguiente nivel. Y, ¿dónde estás tú? Quisiera saber cuándo demonios voy a llegar a tu escalón. Pero es que no es así. No. Para ti no existen escalones, ¿por qué no me enseñas tu forma de pensar? ¿Qué va a ser de nosotros?
¿Qué va a ser de nuestros planes, de nuestras risas antes de entender de qué va la broma? ¿Qué va a ser de vuestras sonrisas? ¿Qué va a ser de mi vida, que recae en vuestros sinsentidos?

Tu trocito de mí. Voló.

No. No. No quiero parar de escribir. No quiero parar esto. No quiero parar de girar, ni de gritar ni de ganar. No quiero jamás. No quiero un nunca más.

Yo tratando de buscar el equilibrio entre no quererte y quererte sin ser. Callándome un Te quiero de cada tres. Si me quieres, bien; y si no, pues me muero.

Mientras te olvido, ¿dónde lo escondo?


Monday, 16 December 2013

Y vuelves a encontrarme

Enséñame todo lo que llegaste a ser. Apréndeme célula a célula.

Mátame y acaricia mis manos. Sujétame. Como si me faltara la vida que me acabas de quitar.
Y me falta.

Pulsa el rewind. Aprende a no matar. A querer sin poseer. A mirar sin preocupar. Pero sujétame.
Y me sujetas.

Muéstrame cómo se pierde sin querer. Enséñame a jugar sin apostar. Dime de una vez de qué manera se pierden tus pedazos sin saber por qué.
Y me pierdo.
O me pierdes.

Lima mis asperezas, sin fijarte demasiado en las tuyas. Grítame. Acuchíllame. Engáñame. Finge ser feliz.
Y te arrepientes.
O despiertas.

Tienes eso de lo que puede enorgullecerse cualquier persona. Tienes esa mirada que atraviesa los muros de la indiferencia. Tienes esa sonrisa que ciega al Sol. Tienes ese caminar que acorta las distancias. Tienes esas manos que calman a las mareas. Tienes ese don. Ese don de hacer feliz.
Y me tienes.

Tienes esa bondad. Que no cabe ni en tres mundos. Tienes esa humildad. Que te sobra en los malos momentos.
Y me vuelves a tener.

Tienes ese para siempre. Casi un para siempre, diría yo. Casi. Casi estoy contigo. Casi te tengo. Casi me tienes. Casi te veo.
Ya casi estamos.
Ya casi.

Tuesday, 29 October 2013

Teléfono

No podré contar qué ocurrió ayer. Fue hace tanto tiempo que el Sol se ha vuelto a poner.

Parece que todo viene y va. Y es que va a terminar siendo verdad.
Parece que te quedas y de repente me despierta tu portazo. ¿Qué diablos es lo que estás pensando?
Repito una y otra vez la misma canción. La misma letra. Los mismos acordes. La misma voz. Y es que no se parece en nada a la tuya. A tu voz. Puede que sea porque ni siquiera la recuerdo. ¿Me podrás perdonar? Ojalá. Tomaré el silencio como un signo de afirmación. 
Porque será lo único que nos regales a partir de ahora, tu silencio. Y, nosotros, agradecidos, no haremos otra cosa, osados, que intentar descifrarlo.
Ojalá estuvieras aquí.

Embobado, insomne, acaricio la piedra que encontré. Todos duermen pero ella, con el ruido, no la pudo ver.

Me da por recordar. Y no es que me duelas. Es que llevo en las venas tu ausencia. Y la seguiré llevando. Está más que asumida. Forma tal parte de mí que eres eso que siempre está. Eres lo que siempre, sin querer, o sin pensar, o, qué demonios, incluso haciéndolo, echaré de menos cada vez que descuelgue un teléfono, cada vez que me dé por marcar un número. Cada vez que mire por la ventana. O cada vez que me despierte después de una cabezada. O cada vez que me siente en aquella silla. O cada vez... cada vez, que suene nuestra palabra, nuestro número, nuestros recuerdos. Porque esos sí que suenan. Más alto que cualquier ruido infinito, más alto que cualquier fortissimo, más alto, siempre, que cualquiera que trate de hacer que me deshaga de ti. 

Con vivos, muertos, brindando juntos por un año más, un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz.

Para mí, eres todo eso. Eres teléfono. Eres risas. Eres cincuenta. Eres Madrid. Eres tortuga. Eres esperanza. Eres lucha. Eres esa silla. Eres esa ventana. Eres esa cabezada. Eres valentía. Eres infinito. Eres inolvidable. Eres todo menos dolor. 
No. Nunca dolor. No eres dolor. Eres lo mejor de cada persona. Eres y serás, lo que siempre acompaña, que no duele y hace llorar, que no pesa y obliga a llevar, que no condiciona y no deja de aparecerse. Como si nada pudiera pararte... pero sin el como. Nunca existieron murallas para ti. Hasta que nos separó la única que conocimos de verdad. ¿Qué digo? Ni siquiera conozco una mínima parte de lo que me rodea... de lo que nos une o nos separa. 
¿Nos hace falta? Yo solo quiero que esto no acabe. Que no te vayas otra vez. No de mi lado. No de mi vida.

Ella llegó tarde, no vio a nadie, fue directa a dormir. En vez de su piedra encontró una fiesta en su salón.

Pocas cosas tan bonitas como tu voz, que quizá ni recuerde, o quizá prefiera no estropear con el acento que añadiría mi manera de recordar, mejor se queda así. Pura. Para siempre. Como lo fue tu sonrisa o tu calma. O tu mirada. Pocas cosas tan bonitas como formar parte de ti. Como que formes parte de mí. Pocas cosas tan bonitas como poder recordarte, aunque por los bordes, ya sabes, para no estropear. No te quiero estropear, no te quiero doler. No quiero cambiarte. No quiero volver. 
Quiero sentir. Sentirte tanto que me duela el esfuerzo. Que duela el esfuerzo, pero no tú.
Tú no dueles, tú aceleras el pulso, de ti brota agua, corrientes imparables de agua, aire puro de brisa y fuego eterno. Sí, tan eterno, que si alguna vez tratara de explicar cuándo empezó o si acabará, no podría decir absolutamente nada. O quizás sí. Algo.


Teléfono. Risas. Madrid. Tortuga.

Con vivos, muertos, brindando juntos por un año más, un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz.



Un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz.

Sunday, 27 October 2013

Cal

Teníamos tanta confianza que no se nos hubiera ocurrido decir otra cosa diferente a un "Nunca más volveremos a vernos".


Eres como el agua (y muchas veces desearía que no lo fueras)
Eres como el fuego (y muchas veces esperaría que lo supieras controlar)
Eres como el aire (y muchas veces me gustaría dejarme llevar por la más mínima brisa)
Eres como el hielo (tan helado que ni siquiera sientes)
Eres como el carbón
Eres como la sal
Como la cal
Eres


Como el agua porque siempre tienes un ciclo, siempre un rumbo, aunque vengas negándolo.
Ese es tu ciclo, negar todo lo que haces, negar por qué lo haces.
Como el fuego porque ardes y eres cenizas. Porque subes y bajas. Porque aclamas pasiones y las obvias como si fueran nada.
Como el aire porque no es que te dejes llevar, es que llevas. Llevas todo lo que quieres. 
Y niegas hacerlo, otra vez.
Como el hielo, afirmando y tratando de no sentir. ¿Quién sabe los demonios en los que piensas?
Como el carbón, tan negro de repente y tan útil en invierno.
Y tan imprescindible para los Reyes Magos.
Como la sal porque te quedas con todo, a todo le pones tu toque. A todo lo marcas. Y te pasas.
O no llegas.
Pero estás, que es, o no, lo importante.
Como la cal. ¿Por qué? Porque sí. 
Eres un porque sí en toda regla. Eres cal mezclada entre razones no válidas.
Eres.



Sunday, 13 October 2013

Para dormir cuando no estés

Me contó la forma de abrazarte y que no me queme la piel.

Que dicen que si la juventud distorsiona. Que si todo se ve más perfecto. Que si solo sabemos mirar a nuestra manera. Que si las cosas no siempre son como nosotros queremos. Que si algún día nos daremos cuenta de que llevamos viviendo en las nubes todo el tiempo que pensamos estar experimentando la pura realidad.

Y es que todo esto se acerca más a dèja'vu que a todos los tabús de los que nos hacéis protagonistas.

Pero es que yo cada vez tengo más claro que por más veces que nos repitan que no todo es como pensamos, mi vida viene siendo más completa a cada paso que doy. Y cada vez estoy más segura de que todo lo que me dicen es mentira hasta que yo demuestre lo contrario.

Tengo que romperme en mil pedazos otra vez.

Que si no acepto las críticas. Que si soy más fuerte de lo que creo. ¿Y qué? ¿Qué es lo que buscan? No me hace falta saber lo fuerte que soy para ser fuerte. No me hace falta saber cuántas lágrimas voy a desprender para saber que en un segundo voy a romper a llorar. No me hace falta. ¿Para qué? ¿De qué sirve complicarse? Solo necesito vivir. No necesito saber cuántos años tengo. Ni en qué año estamos. No necesito un corrector de sentimientos en cada momento. No necesito un contador de pasos. Solo necesito vivir. Que no me digan qué día viene después de hoy, que solo vendrá mañana. Que será igual de perfecto que todos los demás días (menos si no estás a mi lado; eso sí que resta algo más que un plus). Solo necesito una cosa (además de vivir): que alguien me explique el secreto para dormir cuando no estés.

Cuando no estés.

Que no va a ser ni un día. Ni dos. Ni tres. Ni mañana. Ni ayer. Va a ser más de lo que me digan. Y menos de lo que me aseguren. ¿Y qué? Solo necesito saber el cómo. Solo necesito saber el podré. No acepto un porqué. No acepto un nunca se sabe.

Porque yo sí que lo sé. Sé quién soy. O, por lo menos, sé lo justo que necesito saber de mí para vivir, vivir contigo o sin ti. Sin ti. Sin ti... Sin ti. Hasta que vuelves. Hasta que vuelves y ya nunca me acuerdo de ese para cuando no estés. Vuelves y ya no vivo, ya vivimos. Vivimos tanto que da igual si alguien se atreve a mover una pieza de nuestro ajedrez. Da igual. Da igual porque nosotros ya acordamos cuándo, cómo y por qué proclamar nuestro tablas. Vivimos, quieran o no. Vivimos, que es todo lo que pretendíamos hacer desde el principio. Y, piensa, ahora, ¿qué importa qué día, qué hora o cuánto tiempo? Lo que vivimos... es todo lo que tenemos. Lo que vivimos... es lo que me explica cómo se duerme cuando no estás. Lo que vivimos eres tú. Soy yo.

Que vengan ahora a evitar que me rompa en pedazos otra vez. Que digan que no es lo correcto. Que no es necesario. Que no hace ningún bien. Venga, y, ahora, ¿crees que les valdría un porqué? ¿Crees que algo les parecería bien? Seguro que sí. Pero es que yo soy a veces yo y a veces pedazos. Eso es lo único que cuesta trabajo entender.

Otra vez. Otra vez.

Para dormir cuando no estés.

Sunday, 6 October 2013

Que nadie pueda nunca separarnos

Es de esos días que te marcan para mil años. De esos días que repetirías durante toda tu vida sin darte cuenta de que llevas haciendo lo mismo todo el tiempo. De esos días que no te dejan nada más que pensar que tienes las mejores amigas del mundo. O que el mundo no tiene las mejores amigas que tienes tú. Que es totalmente imposible.

Volveremos a brillar, en toda su intensidad.

No hay palabras para algo que te dejó sin palabras en su momento. No las hay. Ya las hubo. Eso es, sí que las hubo. Que nadie pueda nunca separarnos.



Hasta el Sol Que nadie pueda nunca separarnos Hasta el Sol Que nadie pueda nunca separarnos




Monday, 16 September 2013

Lluvia





Ahora sí.








Ahora sí.









Juraría que te fuiste junto a aquella lluvia de abril.



Wednesday, 21 August 2013

Deeply

I wanna be the girl you don't wanna lose.

No, I don't wanna do this to you.
I'm sick of coming out with excuses from my poisonous tongue.
I would never wanna make you feel like you don't know me at all.
I'm just so small.
And you're printed so deeply on me.
You are carbon to me.
And you've told me seven times over that I am your girl.
Without you there is no water, without you there is no world.
Cause I will love you for your own mind, only yours.
I don't know how we took that trip.

I wanna be the girl you don't wanna lose.

You are printed so deeply...

Monday, 12 August 2013

Lunes

Sé lo que puedes pensar de mí. Y no se me ocurre nada bueno ahora.
Podría decir que me importa todo lo que pienses. Y tú podrías decirlo también.
Pero es que no es eso. No es así. No es que me importen demasiado los pensamientos de los demás. Es que, a veces, preocupa que coincidan con los míos. A veces, preocupa que puedan ser verdad.

Y, otras veces, me alegro de que puedan ser verdad.

Y, luego, me da por seguir pensando, que no es algo extraño en un lunes lleno de metas nuevas para toda la semana. Y me acuerdo del domingo. De lo negro que se veía todo. De tener tapones en los oídos. De no querer escuchar a nada que no fuera mi propia respiración. Y, fíjate, aunque hayan pasado diez horas, parece que vivo en otro mundo. Quedan tapones, queda no querer escuchar otra cosa que no sea... espera, tu respiración.

Y eso hago. No dejo de escucharla. Inspiras. Espiras. Inspiras. Espiras. Y, ¿cómo quieres que te lo diga? Podría diferenciarla de entre todas las personas del mundo. Me sé tus altos y tus bajos. Tus puntos débiles y tus fuertes. Y sé todos los aspectos donde debería intentar conocerte mejor. Debería.

¿Debería?

Creo que podría imaginar la cara que pondrías en cada situación. Y también podría equivocarme en todas. Y lo haría, créeme. Porque, cómo lo digo, es que cada día pareces diferente. Nuevo. Pero sin olvidar el ayer.

Y es que es esto lo que quiero. Escribir sobre lo primero que se me viene a la mente. Releerlo cada día. Y rabiar porque podría haber puesto mil cosas que habrían quedado mucho mejor. Pero, cuidado, no cambiarlo nunca. No cambiar ni una letra. Ni una.

Igual que contigo. No cambiar ni una pestaña. Que me sorprendas. Que no te espere. Que no me anticipe.

Que nunca me avises cuando me pase horas hablando sola porque el micro está apagado y se me ha pasado encenderlo. Que te rías de mí por hablar sola y yo crea que te ríes por lo que digo. Que tenga infinitas ganas de venganza cuando me dé cuenta de lo que pasa. Y de que me hagas reír por lo despistada que puedo llegar a ser. Que te dé igual. Y casi me supliques que te repita todo lo que he dicho con el micro apagado.

Y, luego, cuando dejes como causa perdida que pueda decirte una sola palabra, sigas con tus cosas, sin pensarlo demasiado. Que entre estudio y estudio te canses y hagas cualquier cosa que no tiene nada que ver con lo que estudias, como tocar notas a alzar en un piano virtual. ¿Qué es eso? Y encima te ríes. Porque no tiene ningún sentido. Porque me ves reírme de ti. Acto seguido, me preguntas que de qué me río tanto, aunque lo sabes perfectamente. Siempre lo sabes perfectamente. Por eso sigues haciendo lo que sea que hagas hasta que parece que me calmo, y ahí es cuando me invitas a que escuche tu obra, la maravillosa obra que has creado. Para que me ría aún más.Y ya te da igual si te escucho o no. De repente, lo dejas y sigues estudiando. Sin ningún gesto en la cara. Como si tu piano no hubiera existido nunca.

Es como crear el toque exacto que hace que cualquier cosa aparentemente aburrida se convierta en una montaña rusa. Eres experto en eso. En crear lagunas en el tiempo. Porque luego caen en el olvido. Nunca las recuerdas. Pero hacen que todo sea un poco más sonriente. Casi que el piano te sonreía a ti.

Me encantan las montañas rusas y, perdona, pero yo no las olvido. Perdona.

¿Sabes por qué pasa todo eso? ¡Porque haces que apague el micro! Todo deriva de eso. Nunca sabrás lo que dije mientras estaba en off. Y puede que yo tampoco lo recuerde. Pero eso es secundario. Eso es más bien trivial.

Saturday, 10 August 2013

Como un volcán

 Just a second, we're not broken.

Estoy durmiendo. Ahora mismo estoy durmiendo para todo el mundo. En diez minutos me suena el despertador y estaré despierta oficialmente, para todos. Aprovecho para contarte algo, que los que dormimos (si hablamos) siempre decimos la verdad...

...¿no?

Tengo el corazón hecho más pedazos de los que puede estar formado. Tengo cada uno en un lugar de todos a los que vas. Y vas a encontrarlos. Estoy segura de que vas a guardarlos. Y a devolvérmelos cuando lo único que nos separe sea la electricidad estática.

En realidad, lo malo de las despedidas es que no sabes sin son el comienzo o el final. El comienzo de empezar algo de forma diferente o el final de algo que ya pasó. Pero es que, cielo, creo que, a veces, solo son pausas, comas, un punto y coma (a lo sumo). 

¿Sabes? Quizás esta coma sea un regalo que lleva preparándose demasiado tiempo. Y los regalos son para apreciarlos. Creo que te quiero, será eso. Será que así empezó todo. Será que pueden aplastarme mil comas caídas del cielo. Pero que yo también puedo ser como los volcanes. Y cuando menos te lo esperes, vengo con más fuerza, con más ganas, con más decisión. Pasando por entre todas esas malditas pausas. Esos malditos "cheri corta". Y ahí sí que vas a preguntarte que de dónde habremos salido nosotros para tener que coincidir en esta vida. ¿Sigues creyendo que me quieres como el primer día? Quizás sea algo así. Algo así

Creo que te quiero. Creo que te quiero. Creo que te quiero. 
Creo que te quiero.

And we can learn to love again.

Saturday, 29 June 2013

Sintonizar sin FM

Spare me a week or two.

Que no, que no entiendo que odies la música alta. Que no entiendo que bajes el volumen el doble de lo que lo subo yo. Que no entiendo que me hables mientras canto. Que me hagas parar. Que ya sabes lo que disfruto con una canción que me pone los pelos de punta. Aunque tú no lo entiendas. Que no quiero que te separes de mí y de mi música. Que mis tímpanos, más que sufrir, me gritan aún más. Que prefiero cantar alto que susurrarte entre el ruido. Que prefiero que me sonrías mientras me gritas "¿No podrías escuchar una canción más fea?". Y que yo no pare de cantar, no pare de cantar. Que me obligues a darte un beso en la parte más aguda de toda la canción. Que yo lo haga y sonría (sin dejar de cantar).

Que me digas que si estuviera en clase de coro me echarían por descolocar la armonía. Por desafinar aún más alto de lo que canto. Y que yo me ría. Porque me da igual. ¿No sabes que me da igual? Y es que luego sonríes y nada de lo que has dicho es verdad. Nada de lo que has dicho lo haces para que no vaya a clase de coro. Nada de lo que has dicho pretende otra cosa sino que cante más alto. 

"¿Y por qué no te callas y cantas tú?". Y, cómo no, en vez de callarte, empiezas a cantar. Sí, y perdona, pero... ¡a ti sí que te echarían de clase de coro! Así que soy yo la que te pone las manos en la boca, para que dejes de cantar. Para que sigas diciéndome de todo mientras yo canto, para que bajes el volumen de la música. Para que pares la canción y me quede como solista a capela durante un segundo que dura diez minutos. Y te pegue en el brazo y grites un ¡AY! que no cabe en el mundo. Porque, claro, ya sabes que tengo fuerza de gigante. Y que te duelen muchísimo mis puñetazos.

Tus respuestas impredecibles son lo que me hacen prepararme para un día contigo como si fuera al Amazonas durante un mes entero. Y eso es tan increíble... que no te cambiaría ni por una garganta privilegiada que me llevara con mi música al fin del mundo. No, me gusta mi garganta. Y eso que ni nos hemos presentado.

Y, ¿sabes qué es lo mejor? Que de repente, mientras canto, ¡cambias de emisora de radio! ¿Radio clásica? En mi vida pensé que alguien escuchara eso. Pero tú, quizás seas el único que pasas horas enteras de viaje escuchándola y marcando el compás en la palanca de cambios. Y nada más que por eso, ya todo tiene sentido.

Aunque perdona que piense que lo que no tiene sentido es que cuando cambias a esa emisora le subas el volumen, no el doble de lo que lo has bajado antes, sino el triple. ¡Pero bueno! 

"¿Qué tendrá esa emisora que no tendré yo?"

Tuesday, 25 June 2013

No sé si echarte de menos o irte a buscar

"¡Siempre te necesito cuando no estás!"

 ¿Qué pasa si siempre trato de hacerlo bien? ¿Qué pasa si no duermo en casa por unos días? ¿Qué pasa si me olvido de dónde vengo y trato de acercarme un poco más adonde voy?

"I don't think you are right for him".


Trato de hacerme a la idea de que darse por aludido no es una buena medicina para las decaídas.
Trato de hacerme a la idea de que no miras a nada, solo le devuelves la mirada a tu alrededor.
Trato de hacerme a la idea de que, por mucho que digas, nada se hace porque sí.
Trato de hacerme a la idea de que no tengo ni idea de dónde voy a estar dentro de diez minutos. Ni de dónde vas a estar tú. Ni nuestros amigos. Ni nosotros, lo que seamos en conjunto tú y yo (aunque solo sean un par de recuerdos manchados dentro de mil lagunas).

I don't wanna go if it means "goodbye"...

"¡Eres tan fuerte que si quisieran hacerte llorar tendrían que comprar cien kilos de cebollas!". ¿Qué pasa con nuestros impulsos invisibles, con nuestra red de paradojas irrompible, con nuestros quédate sin estar? ¿Qué pasa contigo? Dime qué pasará conmigo...

...And if you go, I wanna go with you.

Debes saberlo todo porque nunca preguntas qué tal va. Debes pensar en todo porque nunca te sorprendes por nada. Debes haberlo visto todo porque siempre hay algo mejor que lo que ves. Debes de tener la sonrisa más preciosa del mundo porque...

No me olvides, no me olvides...
Por favor.      

"¡Siempre te necesito cuando no estás!"


Wednesday, 29 May 2013

En ayunas

Ojalá decidas que nada fue suficiente.

No quiero convertir todo esto en un pozo sin fondo. O en una carretera al lado de un acantilado. No quiero pensar en cómo pronunciar un "no" para que no suene tan poco convincente. No quiero no perder el tiempo. No quiero un diario de páginas arrancadas. No quiero una fachada a medio construir. Ni un muro derrumbado del que solo se recuerdan sus pintadas. 
Yo quiero cada ladrillo. Cada gota de cemento. Cada nido de hormigas que haya en sus recovecos. Yo quiero mañanas marcadas de sal. De la sal que pondríamos a nuestras tostadas. Quiero un "buenas noches, hasta mañana" a dos milímetros de tu mirada. Quiero café por la noche y tilas de madrugada. Quiero hartarme de comer en ayunas...

...contigo.

No quiero un desenlace. Ni un punto final. No quiero pensar en cómo terminar. Quiero pensar en ti. Pensar en ti.

Quiero mirarte sin maldecir porque la noche llegará. Que la noche llegará.

Sunday, 26 May 2013

Mañana, mañana

Bienvenidos sean los días sin tu mirada. Que me despierten si, por casualidad, sigues estando junto a mí.

Desapareces los lunes y me vienes dando zancadas los miércoles. Te escondes los jueves y apareces silbando los viernes. Los sábados no hay quien te encuentre y los domingos... bueno, los domingos son míos. Nunca fueron tuyos. Quizá sí de tus recuerdos o de lo que me hacías sentir por casualidad.

Pero, y si me partes el corazón, que sea mañana, mañana.

Ya no sé lo que piensas. Aunque nunca lo supe. Quizás nunca quisiste que lo supiera. Y siempre consigues lo que quieres, sin querer o queriendo. Siempre fuiste un misterio. Y lo serás. Porque no sé qué es lo que tienes que no te esfumas en un parpadeo. Ni te confundo entre el humo de los coches. Ni dejo de acordarme de cada noche.

Debería asustarme, avergonzarme, criticarme. Odiarme. No, nunca odiarme. Nunca odiarte.

Sigo esperando tu carta en el buzón. Tus detalles de película a media noche. Tus confesiones totalmente predecibles. Tu "Ten cuidado, no me te hagas daño". Pero, creo, solo creo que siempre te juzgué por cosas que nunca tuviste. Y que quizás nunca tendrás conmigo. ¿Qué quieres que te diga? Me costaba aceptar tu uno más uno no siempre son dos o tu eso es lo que me dice todo el mundo. Y quizás me siga costando ahora.

Pero, ¿sabes cuál es la diferencia? Que ambos hemos elegido no tener que enfrentarnos a todo eso nunca más. He decidido no tener que plantar cara a un como todos.

Soy feliz siendo persona... pero quizás nuestras vidas hubieran sido totalmente diferentes si hubiese llegado a ser esa persona.

Tuesday, 16 April 2013

Tesoro, no puedo sin ti

No entenderás cuando te diga, cuando te diga, mi vida, que los tesoros más grandes... aún no se han podido encontrar.

Aún no comprendo esa manía tuya de hacerme feliz. Aún no soy capaz de evitar llorar cuando te vas. Aún sueño que me regalas sorpresas, sonrisas y bienvenidas cada día pero, claro, claro que sí, ya sé que no hace falta soñar para tener esas cosas. Aún no me he acostumbrado a tus cafés con extra de azúcar cuando no te pregunto si te apetece café, nunca cuando te lo pregunto, nunca cuando te lo ofrezco. Es uno de tus encantos. De tus mil y un encantos, diría yo. Aún no me acostumbro, tampoco, a eso de que me digas que eres incapaz de acostumbrarte a nuestros días.

No, no, no, no lo hago.

Aún creo que me va a caer ese cubo de agua helada desde las nubes y me va a despertar de la forma más brusca que jamás vio una cara dormida. Aún me enamoran tus respuestas ingeniosas, tus razones para todo o casi todo y tu mirada de aquí mando yo cuando consigues marcarme gol jugando a la consola. ¿Y qué me dices de tu no puede ser posible, te vas a enterar cuando soy yo la que marca el tanto?

Vamos, dime ahora que te arrepientes del tiempo que llevas haciendo feliz a una simple soñadora, dime ahora que volverías atrás, dímelo. Dímelo y no habrá ni luchadora ni tesoros. Ni tesoros ni atardeceres bajo la lluvia. Ni atardeceres bajo la lluvia ni bicicletas bajo un sol radiante.

O mejor no me lo digas, quédate con los tesoros escondidos de un No puedo vivir sin ti.

Monday, 1 April 2013

Me subo por las paredes si me robas un parpadeo

Deja que te cuente algo, si aún no estás demasiado cansado. Si aún prefieres pensar en mí antes que dormir. Si aún decides que te gustaría guardar mil de mis sonrisas en una botella dispuesta a naufragar.

Soy experta en esto de la vida. Experta en confundirla a cada paso que doy, experta en creerme más fuerte que ella. Experta en equivocarme, ¿por qué no?

Pero, ¿sabes? Cielo, si lo nuestro fuese un error... maldito sería lo correcto.

Te veo en cada esquina, en cada nota, en cada escala, en cada revoloteo de alas, en cada llave, en cada coche. En cada sueño y expresión. Te veo por los cristales y los espejos se empeñan en traicionarme. Te necesito a cada rato pero te escurres como el aceite. Y luego vuelves, cuando ya casi olvido lo que son las uñas, cuando ya apenas duermo.

Y me olvido del olvido, me olvido de los malos sueños y de los recuerdos que no construyen, solo destruyen. Me olvido de echarte de menos aunque luego al darte la vuelta lo vuelva a recordar.

Estoy casada. Cansada de que Cupido lleve las riendas, de que se ría de nuestra dulzura y de nuestro quehacer. Venga, dijiste que te opondrías a cualquiera que intentara dañarnos. Ahí lo tienes.

No, vamos, ya se guardaría Cupido..., eso sería lo único que saldría de tu boca. Y... ¿sabes qué?

Ya te guardarías de cambiar un ápice de perfección de esa mirada tuya.

Thursday, 14 March 2013

Tú y lo que fueras ayer

I am no(some)thing else but you.

Me dejaste caer, me dejaste caer, me dejaste caer.

Y, ahora, ahora miro tu foto y no veo a un extraño. No. Nunca más. Eres tú, con un par de meses más pero tú. Eres tú, con un par de detalles más (o menos) pero tú. Sigues siendo tú, con un par de recuerdos al peso más pero tú.

Eres tú pero puede que no recuerdes cómo sea yo. Puede que no quieras recordar. Puede que te sigas acordando de alguna de las mil canciones que compartí contigo. O puede que no. Puede que no.

Supongo que se trata de irse haciendo a la idea, de que no me darás nunca un punto y final, ni siquiera un punto y aparte. Tú desaparecerás y volverás a aparecer. Tú a tu ritmo. Ese que nunca es el mismo.

Tú y tus caprichos. Tú y tus olvidos. 

And you can tell the world that you are tired but your excuses, they won't work, cause I'll know that you are lying.


Tell me that to you it doesn't count and I'll stay here, if you prefer. And I'll leave you without a word, without a word.


Tuesday, 5 March 2013

¿De dónde viniste tú?

He sentido que ya no daba para más, que no quería dar para más.
He sentido la melancolía en mis venas, corriendo por mis venas.
Has vuelto a por mí, y yo, y yo sin darme cuenta, sin ni siquiera darme cuenta.

Dime qué tengo que hacer para perforar la capa de piedra que ahora te envuelve. Dime qué tengo que hacer para volver a rozar el diamante que siempre has sido. Dime si puedo chocar de nuevo con el viento que dejas cuando te vas y caer sentada sobre las ondas del sonido de tu risa de vuelta a casa. Dime qué soy yo sin ti, qué no soy yo contigo.

He recorrido los valles que un día maldijiste y, sin embargo, aquí sigo. Me arrepiento de tantas cosas que prefiero no acordarme, dejarlas en suspense acompañadas de un tuvieron que pasar. Sigo tan confusa como el primer día que probé la magia de tus ojos, el primer día que pensé ser una idiota sin vuelta atrás. El primer día que empecé a caminar descalza y pisando charcos. ¿Qué importa?, si tú ya estabas ahí.

Y, ¿sabes qué? Los charcos son lo peor en los días de lluvia: coches que salpican, baldosas que rebosan en contacto con cualquier pie, barro en tus pantalones. ¿Lo peor? ¿Son los charcos lo peor para una niña disfrutando de su vida? Pisar fuerte, salpicar, que el charco que se queje, que se entere el mundo y la lluvia y las nubes y los truenos, que nadie la mueve de allí. Que esa siempre fue su calle, su ciudad, su mundo, y que si el precio que tiene vivir es pisar charcos para que se enteren de que ese no es su lugar, así vivirá esa niña. Vivirá con una sonrisa. Comiéndose el mundo a bocados de adulto. Pisando charcos sin pensar de dónde vinieron.

Creo que aún me debes una parte de mí, aunque puedes quedártela; así, si alguna vez pierdo la que me queda, puedes echarme un cable. ¿Lo harías? Pase lo que pase, ¿verdad?

Ese es el trato. Siempre lo fue, aunque no lo comprendieras aquel primer día.

Creo... creo que no me entiendo. ¿Cómo podrías entenderme tú?


Sunday, 24 February 2013

Me cuesta tanto olvidarte

Me alegra tanto oír tu voz aunque dormido. Por fin viajabas como en tus sueños, buscando un sitio para volver. 

Esto es todo lo que te puedo enseñar. Quizás preferirías que apareciera con un gran discurso, con una agradable melodía. O con una mirada de película. Dicen que eso funciona, pero, ya ves, para mí son como utopías: si he sido capaz de regalar una de ellas alguna vez, ni me acuerdo.


Y sin poder olvidar lo que dejas, lo que has aprendido, van a cambiar las caras, los sueños, los días; y yo lentamente te pierdo. 

En cambio, tú siempre me vienes con una de esas miradas, quizá sin darte cuenta, quizá es tu forma de vivir. De cómo hacer. Quizás seas tú, al fin y al cabo. Otra vez te vas para volver. Unas veces más tiempo y otras veces menos, ¿cómo es que todas parecen una eternidad? Dime, ¿qué le has hecho a mis relojes? ¿Es que se paran todos a la vez cuando te vas o soy yo, mis imaginaciones? Venga, no seas malo, dime el truco. Saca ese conejo blanco de una vez, quiero verle sonreír, a ver si sé así por fin que es posible que tu sonrisa se contagie estando muy cerca de ti.


Con un adiós, con un "te quiero" y con mis labios en tus dedos para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo. Te vas y te pierdo. 


Se contagie o no, decido estar cerca de ti. Para lo bueno y para lo malo. Así va esto, de las risas se sacan lemas y modos de vivir. Y de las lágrimas... de las lágrimas se sacan sonrisas. No es tan complicado. No lo es. Dime que no lo es.


Me alegra tanto escuchar tus promesas mientras te alejas, saber que piensas volver algún día.


Quizás no me explique demasiado bien. Quizás me ande con demasiados rodeos. Te quedas con mi parte, yo me cuelgo de tu voz. Pero, por el cielo, no hago las cosas porque sí, no canto con más ímpetu para que no me escuches. Lo hago para aclamar al énfasis, para que me ayude a demostrarte una milésima parte de lo gigante que eres para mí.


Porque mis ojos brillan con tu cara y ahora que no te veo se apagan... 

...porque prefiero que estés a mi lado aunque no tengas nada.

Tuesday, 12 February 2013

Jóvenes

Somos jóvenes y al mundo le duele no estar de nuestro lado.
Somos jóvenes y la derrota y la victoria visten el mismo disfraz.
Somos jóvenes y la lucha es el agua y el aire para vivir.
Somos jóvenes los lunes y los viernes. Los martes y los domingos.
Somos jóvenes y las seis en punto no es lo mismo que las seis y un minuto.
Somos jóvenes y nos duelen más un "no" y un "mañana", que un "jamás".
Somos jóvenes para la desgracia y la pérdida. Para la derrota.
Somos jóvenes y no sabemos lo que es el desamor a causa de tanto amor.
Somos jóvenes para el cansancio, para las ganas de descansar.
Somos jóvenes hoy... y mañana ya se verá.
Somos jóvenes, sin duda, somos jóvenes pero niños traviesos. Gatos sin dueño, perros callejeros. Elefantes libres. Acordes independientes. Átomos dispersos. Libros vacíos de oraciones y llenos de palabras. Inocencia impura.
Somos jóvenes pero no para las lágrimas que desgarran, ni para los sueños que anhelas, ni para las palabras que atacan, ni para una boca sin dueño. Ni para las miradas que asesinan, ni para las indirectas que llegan en línea recta.
Somos jóvenes para carecer de utopía.
Somos jóvenes y orgullosos de no ir más allá, de no anclarnos en el pasado o el futuro. De vivir. Sin más.

De vivir.

Unos minutos

Temblor. Temblor. Temblor.

Dime qué es todo esto. Vamos, dímelo. Dime que es una pesadilla. Dime que todo puede salir bien. Dime que yo nunca he tenido mala suerte, que el mundo me ha apoyado. Vamos, dímelo. Escúchame. Por favor.

¿Por favor...?

Ni tan hundido ni tan elevado. La cal y la arena. El fuego y el hielo en tu piel. El sabor de la hiel.

Ojalá ocurra un milagro y haga que existan los milagros. 

Todo es así de incoherente, todo es así de gris. Ni blanco ni negro. Gris.

¿Y arrepentirse? ¿Arrepentirse es malo? Quizás sea malo, pero creo que es lo más humano que existe.

¿Sabes qué? Hoy he pensado en ti, como todos y cada uno de mis minutos; y, ¿sabes?, creo que todavía siento que estás aquí, que voy a tu lado, como si no hubiera pasado nada, como si todo fuera como hace apenas una hora. Quizás deberíamos haber pensado algo más antes de cantar victoria. Quizás nos equivocamos al pensar lo bien que sabía ganar por actuar con cabeza cuando el momento que verdaderamente necesitaba esa "cabeza" era justo ahora. En este momento o, quizá, hace unos minutos.


Thursday, 7 February 2013

Y sin embargo...

De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti la vida entera. 
Y sin embargo un rato cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera. 
Mitad arrepentido y encantado de haberme conocido, lo confieso.

Tú que tanto has besado, tú.

¿Qué tienen los versos? Que enamoran y aminoran el pulso de corazones. ¿Qué tienen los besos? Que convencen de locuras y adormecen a la más oscura de las amarguras. Dime, ¿qué tienen? ¿Qué es lo que tienen?

Que me has enseñado, sabes mejor que yo que hasta los huesos solo calan los besos que no has dado.

Llevas tiempo merodeando por ahí, por los alrededores de mi pecho no precisamente vacío de sensaciones. Avísame cuando sepas algo, cuando descubras si vivo por ti o si solo estoy viva. Avísame.

Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada. Un laberinto sin luz, ni vino tinto. Un velo de alquitrán en la mirada. 

No me vale un: Lo sé, me quieres. No es viable un: Y yo a ti. Lo que es viable es saberlo sin decirlo, que lo sepas sin ayuda de mis palabras. Lo que es viable es un te quiero sin nombre, un te echo de menos desde las alturas, con los ojos cerrados y a dos centímetros de ti.

Y me envenenan los besos que voy dando. Y, sin embargo, cuando duermo sin ti, contigo sueño. Y con todas, si duermes a mi lado. Y, si te vas, me voy por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.

Y cuando vuelves hay ramos de rosas, con espinas...
 Pero dos no es igual que uno más uno.


Sunday, 27 January 2013

Fan de ti

...de tu manera de vestir. Soy fan de verte presumir.

De que te dejes seducir.

Porque , es que me vas a arruinar la vida. Y que si lo digo yo...

Siempre me matan las despedidas.

Soy fan de ti, de tus excesos de equipaje.
Soy fan de ti, eres un animal salvaje. De lo que dicen por ahí.

Por tantas razones soy fan, no lo puedo evitar.

Porque, es que me vas a arruinar la vida... Y que si lo digo yo...

Siempre me matan las despedidas. Siempre me matan las despedidas.


Monday, 21 January 2013

No me vale tu "stand by"

Tal y como el amor y la amistad se nos presentan, dejan bastante claro que hay dos opciones: seguir adelante con la cabeza bien alta o rendirse y abandonar. Es así de simple. No vale un stand by.
El amor es cosa de dos... y medio. Es así, aunque a veces se obvie el y medio. Una parte es tuya; otra, de tu pareja y esa mitad que se suma a todo es aquello que creáis entre los dos, aquello que os une.

Si eso falta...

Si eso falta, mi amor, estamos perdidos.

Ahora que ha pasado el tiempo, supongo que debemos haber llegado a alguna conclusión. Es lo que todos esperan y lo que a nadie le importa. ¿Sabes qué? Creo que mi conclusión no es algo que ya no sepas:

Todo esto no consiste en tenderte la mano y esperar a que la sostengas, consiste en que sepas cuándo necesito que la saques de mi bolsillo y me mantengas caminando. A tu lado.

No somos etéreos, pero sí demasiado transparentes. No podemos mentir, pero sí ocultar verdades. No somos capaces de decir la verdad, pero sí de creernos que no la sabemos.

Siempre he creído que en la vida hay personas que te alimentan, que te quieren y que necesitas de tal manera que cuando los pierdes nadie puede llenar ese vacío.
Albert  Espinosa. 

Es uno de esos días en los que tal vez pudieras pegarle una patada a tu mundo pero tal vez estés convencido de que no tienes la suficiente fuerza. Es uno de esos días en los que no ves sacos de boxeo a los que castigar con tus problemas sino que prefieres no saber que existen, prefieres dejarlos tranquilos por un momento. Prefieres que tengan su fin de semana, su domingo festivo. Su día feliz.

Y solo por ello. Solo por el hecho de hacerlos felices, puedes sentirte orgulloso.

Llevo meses pensándolo y lo único que he conseguido ha sido echar abajo tus leyes de física y tu tempo perfecto. Y, así, solo doy vueltas en la espiral, vuelvo a encontrarme de frente. 

Cara a cara. Conmigo misma.


Sunday, 13 January 2013

Casi

Siempre en el último momento. Siempre un casi. Siempre un no te olvidaré.

Me he estado preguntando si sigo siendo yo la que te piensa todos los días. Si sigo siendo yo la que te responde con una sonrisa. Es difícil volver al principio para entender si a quien conociste fue la misma persona que te dedica esto ahora.

Es difícil, siempre, volver atrás. Difícil, a lo poco, e inútil, por naturaleza.

Quizás haya cambiado. O quizás no quise que me conocieras del todo. Quizás nunca quise que me conocieras.


Pero, entonces, sería un sinsentido que me vuelva la sonrisa cada vez que escucho un: 

Te conozco demasiado...


Tuesday, 8 January 2013

Monday, 7 January 2013

Como solíamos ser hace un par de vidas

Please, teach me gently how to breathe.

Enséñame a vivir. Enséñame a soñar. Enséñame todo lo que sea verdad.

Déjame sin aliento. Vete y vuelve sin avisar. Hazme llorar. Hazme reír.

Hazme feliz.

Alguna vez escuché que la felicidad a veces es tan complicada que faltarían años para entender de qué va. Como a ti. Dos vidas no serían suficientes para conocerte, para saber adónde vas. Complicada porque a veces la felicidad solo se consigue siendo infelices primero. Haciendo que las cosas se vuelvan simples a base de sacrificios.

La simpleza. Qué poco me ha gustado siempre. Siempre busco lo difícil, los retos, lo inalcanzable. Creo mis propios surcos, me caigo en mis abismos... y decido no salir.

¿Es tan malo?

Si me haces daño, prefiero no olvidarte. Así va esto. Son las locuras del corazón. Esas de las que tú siempre
dijiste que carecías. Esas que te vuelven loco sin darte cuenta, sin que las veas. Están ahí. Lo niegues o lo aceptes, están ahí.

And tell me that all we had were lies.


Saturday, 5 January 2013

Primaveras sin abril

Aún me cuesta admitir que eras lo mejor de mí.

Hay días raros, días eternos, días cansados, de los que enamoran, dulces, estresantes, divertidos, provechosos. Hay tantos días y al final nos acordamos de tan pocos. Y en el fondo, en el fondo son todos esos días los que forman nuestra vida. ¿Por qué nos olvidamos de algunos de ellos y de otros no?

Nada me parece la mitad de perfecto de como cuando estabas aquí.

Me gusta escribir. Sin más. No hace falta que un párrafo tenga que ver con el otro. Ni siquiera que tengan sentido por sí solos. Me gusta añadir frases de canciones que se contradicen entre sí. Y, sobre todo, me gusta añadir detalles que contrastan con la realidad. Con mi realidad. Quién sabe, quizá lo que escribo no sea más que unas cuantas palabras más, ordenadas o sin ordenar.

O, quizás, estén ordenadas para ti. Pero no para nadie más.

Me gusta dejar las cosas a medias. No, miento. En realidad, odio dejar las cosas a medias. No lo soporto. Creo que esa es una de las cosas que más me afecta en mi día a día. El "qué pudo ser". Si terminas las cosas no tienes esos problemas. ¿Y qué? ¿Qué son tus problemas? Nada comparado con los que puedan tener tus vecinos. La persona que duerme a tu lado. O la que dormiría a tu lado si se lo pidieras. Nada.

Que la vida son dos trazos y un borrón.

Me gusta añadir banda sonora a todo lo que escribo; pero muy pocas personas pueden llegar a saber cuál acompaña a cada entrada. A cada borrador. Quizá cambiaría el significado del texto. O quizá no. No importa. No importa, ¿verdad?

No quiero contigo... ni sin ti.