Y sin embargo un rato cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera.
Mitad arrepentido y encantado de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado, tú.
¿Qué tienen los versos? Que enamoran y aminoran el pulso de corazones. ¿Qué tienen los besos? Que convencen de locuras y adormecen a la más oscura de las amarguras. Dime, ¿qué tienen? ¿Qué es lo que tienen?
Que me has enseñado, sabes mejor que yo que hasta los huesos solo calan los besos que no has dado.
Llevas tiempo merodeando por ahí, por los alrededores de mi pecho no precisamente vacío de sensaciones. Avísame cuando sepas algo, cuando descubras si vivo por ti o si solo estoy viva. Avísame.
Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada. Un laberinto sin luz, ni vino tinto. Un velo de alquitrán en la mirada.
No me vale un: Lo sé, me quieres. No es viable un: Y yo a ti. Lo que es viable es saberlo sin decirlo, que lo sepas sin ayuda de mis palabras. Lo que es viable es un te quiero sin nombre, un te echo de menos desde las alturas, con los ojos cerrados y a dos centímetros de ti.
Y me envenenan los besos que voy dando. Y, sin embargo, cuando duermo sin ti, contigo sueño. Y con todas, si duermes a mi lado. Y, si te vas, me voy por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.
Y cuando vuelves hay ramos de rosas, con espinas...
Pero dos no es igual que uno más uno.
Tengo que confesar que actualmente estoy profundamente enamorado de cada una de tus palabras, nunca dejes de expresarte de la forma en la que lo haces y animo en lo que te tenga la vida, recuerda sacar lo mejor de ti y nunca te reprimas ante nada, pues a menudo, los impulsos de locura pueden ser la mejor de las medicinas.
ReplyDeleteMuchas veces nos preocupamos más de un porqué que de un "gracias". Por eso, y por darme cuenta, gracias.
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