Teníamos tanta confianza que no se nos hubiera ocurrido decir otra cosa diferente a un "Nunca más volveremos a vernos".
Eres como el agua (y muchas veces desearía que no lo fueras)
Eres como el fuego (y muchas veces esperaría que lo supieras controlar)
Eres como el aire (y muchas veces me gustaría dejarme llevar por la más mínima brisa)
Eres como el hielo (tan helado que ni siquiera sientes)
Eres como el carbón
Eres como la sal
Como la cal
Eres
Como el agua porque siempre tienes un ciclo, siempre un rumbo, aunque vengas negándolo.
Ese es tu ciclo, negar todo lo que haces, negar por qué lo haces.
Como el fuego porque ardes y eres cenizas. Porque subes y bajas. Porque aclamas pasiones y las obvias como si fueran nada.
Como el aire porque no es que te dejes llevar, es que llevas. Llevas todo lo que quieres.
Y niegas hacerlo, otra vez.
Como el hielo, afirmando y tratando de no sentir. ¿Quién sabe los demonios en los que piensas?
Como el carbón, tan negro de repente y tan útil en invierno.
Y tan imprescindible para los Reyes Magos.
Como la sal porque te quedas con todo, a todo le pones tu toque. A todo lo marcas. Y te pasas.
O no llegas.
Pero estás, que es, o no, lo importante.
Como la cal. ¿Por qué? Porque sí.
Eres un porque sí en toda regla. Eres cal mezclada entre razones no válidas.
Eres.
Casi te copias de Empédocles.
ReplyDeleteCaliente, caliente. Te quemas si le quitas el casi.
DeleteTe falta la tierra :_(
DeleteQueda mejor el hielo. Más literario. Jeje.
DeleteQueda mejor el hielo. Más literario. Jeje.
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