arena de semillas de amapola
y una abubilla de metal
te has convertido en mi gravedad
caigo a plomo hacia tu núcleo
que arde, duro y férreo
me caliento el alma con tus brasas
me doy un baño en tu lava
renazco un día
y al siguiente
y al siguiente del siguiente
abro los ojos y me ciegan tus llamas
me acomodo en tu luz
y siento, como dijiste,
que un día sin ella es
como un cielo sin atardecer
quiero fundirme en todas tus horas brujas
quiero quemarme en tu fuego
quiero agarrarte con coraje
con mimo y con carácter
quiero
como es evidente
recitarte tus moléculas
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