j'aimais le sang parce que j'avais goûté le tien

Joder. Es que a veces. Joder.

No puedo dejar de hablar con mis demonios, que me dicen que qué. Que qué, dicen. Y qué queréis que yo les piense. Me cogen de la mano por las noches y por los días y no me llevan a ninguna parte. Y eso que yo nunca dejo de mover los pies, a veces me encuentro dando pasos en el aire. Me despierto porque piso los charcos, me mojo el alma. Y de qué se puede mojar el alma si no es de lágrimas. Pues no. Me dicen mis demonios que el agua se evapora con su fuego. Pues no.

A veces pienso en él y sé que aunque no, sí. A veces creo que pienso en mi mí de él. Y me pongo a temblar. Porque es mentira y es verdad. Porque es pasado y es presente. Y el futuro me lo han robado. A veces me pongo a pensar y entiendo que es mejor respirarlo. Lento. Tan lento que falte el aire. Me da sed tu ausencia, me desgarra no besar tus nostalgias.

Joder. Es que no te dueles. Joder. Dame de tu aire para respirar.

All I wanted to do was dance

¿Cómo te explico esto? Al escuchar el ramo de palabras dejé de respirar. Y aunque no podía ni a la ira abrazar, supe que aunque no rota, un poco más vencida me volviste. Al día siguiente tuve que recitar odas a la resistencia que aún las sangres que corren dentro o fuera de mis venas puedan guardar. 

Yo ya no sé si soy feliz.

¿Cómo me explico esto? Me siento más fuerte y más perdida. El imán que me une a este suelo ahora me ata con cadenas de titanio azul. ¿Por qué nunca vas a leer esto? No lo siento ni traición ni obviedad. No lo siento ni bien ni mal. Me enfado más por mí que conmigo. Pero, ¿y qué le vamos a hacer? Yo soy todo mi amor elevado o arrastrado. Yo soy todas mis hojas que se mueven con el ritmo del aire que se acurruca en tu boca. Yo lo soy porque lo quiero. Y te quiero y te quiero.