Sunday 11 September 2022

Efervescencia

Mira que lo intenté.

Que lo intento y lo intento.


Me hacen daño las burbujas de tu efervescencia. Llegas, te zambulles, más bien te dejas caer de cabeza porque no hay nada más allá. Y empieza la reacción.

Todo se llena de burbujas, grandes, pequeñas y retorcidas. Te prometo que las primeras veces me hicieron cosquillas, me hicieron hasta reír. Después, sin haberlo del todo buscado, empezaron a ser como una caricia, como cientos de caricias. Y me dejé ir. Me olvidé de mí. Eran tan lindas que dejé de existir para mí. 


Y ahora. 


Ahora me hacen daño. Me empujan y me aprisionan contra unas paredes que son invisibles. Unas paredes que he dibujado con metacrilatos. Muy finos. Son dañinas, no controlan su fuerza. Y te juro que creo que, en realidad, no la quieren controlar. Me hace daño saber que seguramente ni sepan quién soy. 


Dile a tu efervescencia que me enamoré de ella. Que igual rodearía el mundo con hilos verdes siete veces si me lo pidiera. Dile que ha hecho florecer en mí las margaritas más pequeñas y más tiernas que jamás nadie ha podido ver. Dile también que me está matando de amor. Pero yo no quiero morir. Al menos no quiero morir así. 


Así que dile que estas aguas se van a calmar a otros ríos. Dile que, si ella quisiera y si ella lo viera, le pondría nombre y apellido a cada burbuja. Y las llenaría de margaritas. Pero hay algo en ella que me dice que es imposible. Que es tan incontrolable como imperturbable. Y que solo existe si camina sola.


Así que, sí, dile, amor de mis días, que casi me dejé matar de amor.


Monday 15 August 2022

Esta casa

Me desangro porque ya no puedo morir por ti. He balizado el interruptor de esta habitación, por si te atreves a volver. Se ha quedado oscura, no necesito que me encuentres. Otra vez. Necesito no ver, ni delante ni detrás. Tropezarme en la zanja, con el filo de la baldosa rota. Necesito expulsar este aire y casi no volver a respirar. Casi. Casi. Para volver al azul de tus recuerdos. Que me miran y me increpan férreos. 

No necesito que me salven. No necesito verte más. Necesito pintar esta casa de gris muy claro y volver a empezar.

Wednesday 6 July 2022

las rosas

ni de las rosas florecer
pudiera aunque quisiera
relatarte la frágil historia

no hay en el mundo 
una coda más preciosa
que la nuestra

y aunque me niegue 
al eterno sentir de tus suspiros
se adhieren férreos a mi cuello

nunca supe a qué sabía 
esta soledad ardiente
hasta que me agarró los colmillos

y sabe dulce y tierna
y desgasta los empastes
y las noches de delirio

ni de las noches acaecer
pudiera aunque quisiera
alejarte de la ineludible lid


Monday 13 June 2022

Escarchas

Los ojitos con escarcha
y me matas de calor

Si tuviera
aunque fuera
una yemita de esos dedos

Algo has prendido dentro de mis huesos
que se mueve como el motor de un barco de vapor
Y me dice
de noche
que cierre los ojos y mate a todas las bestias por ti

Nunca antes quise ser así
Arder así
Y ahora parece que es el puro sino de mis días

Algo hay en ti
vi en ti
que hace que acorrale vientos en cada esquina
Tiemblan mis rojeces cada vez que te suspiro

Y pienso
Qué más
Aunque fuese un mal
Qué más

Has conquistado mis tormentas
Y aunque vivas y alertas
veo sus carencias cuando te están mirando a ti

Voy a sacar mis puñales aunque me rajen la mente
Voy a dar patadas a los aires para volverte a mirar
Y volverte a mirar
Y poder volverte a mirar

Tuesday 31 May 2022

A mor mor daz

Amor etéreo eterno extenso
Gélido roto mordaz
Amor improbable imposible inmenso
Sin fin
Sin Norte 
Sin razón 

Amor, tú que no has aclamado ninguno de mis amores
sigues sin mirarme como si alguna vez fuera a negarte los tintes de mis ojos tristes
Se vuelven altivos mis dolores cuando no me piensas sino te piensas sin más 
Cómo pudiera yo abrazar uno de los amores con fin, táctil, frágil, fácil 
Dime si existe fácil 

Alguna vez creí pero olvidé 
Pánico si me lo hiciste olvidar
No sé si añoro lo que añoro solo porque me lo haces añorar
o si añoro lo que añoro porque ya fuera etéreo eterno extenso 

Amor morada de lo irreal
suelta estas manos que te ruegan
libera estos ojos que sangran a la vez que tiemblan
porque han visto crecer tus zarzas y ya enredan todos tus sueños en noches frías

Esto es un grito a lo gélido a lo roto
a todo lo mordaz

Tuesday 26 April 2022

qué más

los deditos azules de esperar
y de correr al escuchar la luz

el breve aleteo del pájaro que se asustó
y que me asustó después de haberme 
aprendido el tenue algoritmo de sus plumas 

si yo supiera cuánto más
cómo menos y qué igual
ya no estarían estos pies sujetando este cuerpo
este cuerpo que se ha vuelto torpe y ligero

un cuerpo que recibe la brisa y no se deja llevar
se deja caer y arrastrar
para luego aterrizar sin hacer un ruido
ni un mísero ruido
no vaya a ser que me vuelvan a encontrar

si yo supiera cuándo más
o cuándo menos quizás
me cansaría de esperar



Wednesday 9 March 2022

la espiral

si me enredo con mis letras y me apago con mis sombras
si bailo a la vez que hablo y a la vez que traiciono mis nociones
y luego escupo palabras que no vienen de mí

si luego me derrumbo y me agarro a los tobillos del uno que vino detrás
detrás de los versos y las luces y los arroyos que me han visto crear

no me dejes suspirar
no me dejes entrar

he inventado una espiral que no existe
y me repito a lo loco que no puede existir

tiene muchas manos y me agarra por el pelo
por los hombros, por los labios y por las caderas
y yo no me quiero ir, me odiaría si me dejara ir

me hace tanto daño que no soy capaz de gritar
no soy capaz de ver la puerta de atrás


Tuesday 22 February 2022

y dulces y tuyas

y de repente empiezan a olvidárseme 
los cómo
ya no me acuerdo de los qué

los amores que cambian su forma 
pero no su ser

y a duras y a penas me enredo 
en una profunda brecha sin fin
que suele irse sin explicarme
por qué ni cómo ni qué

y de repente me da pánico olvidarme
de cómo
no quiero me muero y respiro
y respiro

y respiro y me intento creer
cuando me veo adoptar la nueva forma
el nuevo ser que me ve crecer

suelto las riendas que ya pasadas se quebraron
y ajusto las nuevas que son raras
raras y dulces y tiernas
raras y dulces y nuestras

Monday 14 February 2022

los pájaros

Los pájaros que vuelan lento y vuelan bajo hoy me han dicho que me van a rodear. Van a dibujar los círculos que se me forman al andar. Pero que no van a tocarme, que no van siquiera a rozarme. Me invitan a cerrarles mis ojos, a cederle el gusto de guiarme con sus vientos, que son mis vientos. Y que son los únicos.

Todos los pájaros que hoy me vuelan lloran porque no soy pájaro. Lloran porque por mucho que dibujen torbellinos a mi alrededor, no van a hacerme volar. Ni tan siquiera levitar. No tengo alas, sigo sin poder volar.

Mis pájaros se van a cansar. Les fallarán sus alas y se irán a refugiar. A mares lejanos y a nubes altas. Y, yo, desde la quietud de la tierra los veré marchar. De todos me acordaré como si hubiera sentido sus plumas en mis venas, como si fueran sus latidos rápidos los míos. Y a poco y a ratos asimétricos se me pararán.

Friday 28 January 2022

ventanas


Cuando se abrió la primera ventana fue como un suspiro tímido, como ese segundo antes de saludar a alguien que camina justo delante de ti. Entró una brisa ni muy fría ni muy cálida, tenía la justa temperatura para avisar de que estaba presente. Y se estremecieron las cortinas, las ramas que cuelgan de las hiedras y las sábanas colgadas de las puertas. Es así como se encadenan los suspiros.

Lo de la segunda ventana fue algo más sobrenatural. Juraría que estaba bien cerrada. Pero no. Fue como un volcán, como un vendaval de montaña o como un aguacero en la selva. Y asustó a cada milímetro de mi cuerpo. Con la tensión propia en el cuerpo me levanté y empecé a centrifugar por toda la casa, bien pegadita a las paredes. Empecé a dudar hasta de los dedos de mis pies y con movimientos torpes de brazos conseguí empujar el miedo hacia abajo. No sé exactamente dónde pero allí abajo. Llegué hasta la segunda ventana y la cerré. Luego llegué a la primera ventana y, sin querer y sin saber por qué, empecé a llorar desconsoladamente en el justo momento en el que la manivela me susurró que el cierre era hermético.

La tercera ventana era invisible. No la vi. No supe el momento en el que decidió abrirse. No quise preguntar. ¿Cómo hacerlo? Si aún temblaba del miedo, si aún me moría de frío por el vendaval y el aguacero. Estaba empapada pero había dejado de llorar. Me acerqué a no sé dónde pero me acerqué. Y sentí de nuevo una brisa, ahora sí, cálida como la primera primavera. Suave como las plumas blancas. Cerré los ojos y pensé que era allí donde querría quedarme para siempre.