Sunday, 28 December 2014

Berlín








¿Quién me ha robado el mes de abril?







Cómo pudo sucederme a mí








Wednesday, 10 December 2014

Composición radial en cuatro tercios

Me alteran tus palabras vacías
joder
Hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas y hablas
y así es como te leo

Me cansan tus historias, tus acusaciones y pataleos
perdona si te quiero querer y a veces no puedo
no me dejas, no me dejas, no me dejas, no me dejas, no me dejas, no me dejas, no me dejas, no me dejas, no me dejas, no me dejas
No me dejas querer
y así es como te quiero

Me tiro al vacío
Salto al vacío
Me precipito al vacío
Huyo al vacío
Busco al vacío
Deseo al vacío
Encuentro al vacío

lavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavidasiguelavida



Thursday, 4 December 2014

II







Diablos                            si no te                quisiera                              qué sería del                                       infierno






Monday, 1 December 2014

Diciembre

Es así: tú llegas, te adentras, recorres mi cuerpo y te vas.

Me invaden los escalofríos que tú no sientes. O no quieres sentir.
Se inmolan mis manos cuando llegan hasta ti. O no quieren sentir.

¿Qué es lo que siento cuando no estás, si siempre estás? 
¿Qué es lo que sientes cuando estoy, si nunca estoy?

Me dices: "Mejor te veo en diciembre". Y no puedes comprender que me aprietan las decisiones que están por tomar, que más que siempre me duelen ahora. Cuando no deberían doler. Y no puedo comprender que no te acosen los recuerdos. No puedo soportar nada de lo que soportaba, no puedo volver. Es imposible volver, imposible salir y volver a empezar. No encuentro nada por lo que suplico y vuelo aún más abajo, hasta que deje de volar y empiece a excavar.

Sunday, 16 November 2014

Emulsión agónica

Que me perdone Geoffrey Stone si me atrevo a versionar su teoría de la revolución de la mente como enemiga del amor. ¡Habrase visto! Enemiga, dice, qué barbaridad. No se podría oir semejante bordería ni en cien mil kilómetros.
¿Cómo podría existir la mente sin el amor?
Me fascina eso de que todo esté relacionado. Si llamamos relación a la relación que hacen entre sí las cosas correlativas que existen entre las dos partes de una relación. O las tres partes. O las infinitas partes. Entonces todo es relación.
Por lo de infinito, me refiero.
Cuidado, no estoy negando que todo esté relacionado, simplemente me quejo de ello. ¿Por qué? Y, claro, tenían que existir tanto relaciones agónicas como antagónicas. Qué ironía, eh. Como la de la mente y el amor. O mejor, como la del amor y la mente. Que no es lo mismo.
No es lo mismo, lo prometo.
¿Sabéis lo que sí es fascinante? Que no estoy sola en todo esto. Fijaos en las pinceladas de Hugo Cervantes o en el daguerrotipo de Emma Miller. O incluso me atrevería a mencionar las investigaciones moleculares de Aleksey Ajmátov, que ya es decir. No sé por qué, pero en cierto modo siempre me han recordado a mi manera de pensar. Que sí, que todo lo que decís está genial pero me quejo de ello. O me da igual porque todo sigue igual, ¿veis? 
Ya no me siento sola.
Excepto cuando decís que el amor es la acción mas altruista del mundo.
Ahí me hierve la sangre. Literalemente, pero que me perdone la doctora Caroline Young, que tanto avanzó en la teoría de la emulsión de la hemoglobina. Lo siento, Carol.
¿Altruista? ¡Venga! Y seguís. ¿Pero cómo? Y esta vez sí, aunque no vayáis a saber de quién hablo, que me permita don David Aliaga versionar sus palabras:
Me da igual el hambre en África si estoy contigo.
(Perdón, Deivid. Perdón.)
El amor (por el cual existe la mente, por si no habíais estado atentos) es el sentimiento verdadero (para los que lean a Josh Scott) más egoísta que existe. ¿Que por qué? Creo que ha quedado bastante claro y todos sabéis de lo que hablo.
Y si lo negáis.
Estais perdidos.
O nunca habéis conocido el amor



verdadero.


Wednesday, 22 October 2014

No será

Será que le doy demasiadas vueltas a la misma manzana.
Será que te apareces todas las noches (sin haber venido).

Será que soy saudade, soy lágrima y soy silencio aterrador. Será que a veces me pierdo a mí misma pensando en qué es de mi risa cuando la busco y no responde. Será que me levanto de madrugada para escribirte todo lo que nunca te voy a decir.

Y no sé qué ha sido de nuestros desenlaces falaces. Tampoco sé cuándo murieron mis versos de amor. Ni cuando volverá el Sol.

La realidad es que esta sonda que abduce toda liberación me mantiene en alerta cuando te pasas por mi cabeza. No te voy a mirar, no te voy a mirar. Pero te veo. No te voy a escuchar, no te voy a escuchar. Pero te oigo. No te voy a llorar, no te voy a llorar. Pero

Sunday, 12 October 2014

No existo

Simplemente a veces el mundo no funciona como esperas.
Yo, que solo había conocido la perpendicularidad del amor, me encuentro entre el paralelismo más perfecto de golpe.
Y no es que lo prefiera o no. Lo quiera o no. Lo rechace o no. Es que es demasiado abarcar en tan poco espacio.
Si todo dependiera de la razón ni siquiera estaría viviendo. Pero el corazón ha hecho tanto daño...
Tengo un corazón suicida inmortal. No se cansa de latir, frenética y tímidamente, alternando las consecuencias de pensar en el amor.
Tengo un corazón incansable pero que obvia a todos los demás órganos, que sí se agotan. ¿Qué hará cuando se quede solo? Cuando sea un corazón latente y sin cuerpo, ¿qué será de él?
Calma, corazón, porque tienes sed de aguas que desmiembran tejidos. Tienes hambre de frutas que amedrentan a la confusión.
Corazón, ¿por qué dueles tanto?


***

 No existo.









Pero tú existes.




Sunday, 5 October 2014

De ti

Te echo de menos.

Yo no quiero hablar de ti, no quiero hablar de ti.

Echo de menos la forma en que desordenabas todos los libros de las estanterías. Y cómo todo estaba limpio sin mover un dedo. Echo de menos la indecisión de respirar o no a cada milímetro que avanzaba la aguja del reloj.
Echo de menos el olor de tus sábanas de colores y la inmensidad de tus suspiros. La rutina que te asfixiaba y la cárcel que tú construías cada vez que tratabas de salir de ella.
Echo de menos el color de tus mejillas cuando recordabas algo que te hacía estremecer. Y el movimiento de tus manos cuando no sabías qué decir. Odiaba cuando no sabías qué decir.
Echo de menos tus excusas para no irte a dormir. Y cuando lo hacías sin avisar, abrazándote a la cama como si fuera a hundirse el suelo y no quisieras caer al vacío en soledad.
Echo de menos tu forma de mirar cuando no mirabas nada. Y la forma de tus lágrimas cuando escribías estos mismos versos.
Echo de menos el olor de tu miedo, el color de tu ira y el tacto de tu rabia. Y la felicidad que te abrumaba cuando te despertaba un rayo de Sol en la cara.
Echo de menos tu futuro incierto, que supieras que todo iría bien sin quererlo y que confiaras en ti. Y también que creyeras que siempre todo podía ser mejor.
Echo de menos tu locura medida, tus pastillas de freno, que siempre sobraban, bajo mi punto de vista. Y tu inhibición ante lo que conocías.
Echo de menos la falta de valor para hablar de ti. Y que pensaras que ya no habría vuelta atrás, que todo lo que conocías era lo que te esperaba.





No te echo de menos.




Friday, 3 October 2014

Força

Si tu magia ya no me hace efecto, ¿cómo voy a continuar?
Si me sueltas entre tanto viento, ¿cómo voy a continuar?

He encontrado el lugar más genial del mundo. Es como si me hiciera sentir gigante a cada momento. Como si me invitara a disfrutar de cada soplo de aire. Como si estuviera hecho para mí. He encontrado la sensación más genial del mundo. He sabido del tiempo que no necesito minutos para ser feliz. He sabido de mi risa que no necesito fachadas para construir mi mansión. He sabido de vuestras vidas que no necesito mansión para estar donde quiero estar.

¿Cómo voy a continuar?
Recuerdo que sopló la luna y era en pleno día, y entre aquellas nubes vislumbraste la Estrella Polar, y algo más.

Busco a tientas vuestro contacto, busco a tientas las uves. Busco a tientas el azul, el rubio y el calor. Y lo mejor, sin duda, es que lo encuentro. Cada día. Y envuelto en papel de regalo, de ese que brilla y guardas en el cajón, de recuerdo. Soy demasiado feliz. He encontrado demasiado de pronto este lugar.
Y me siento como si pudiera saltar desde un décimo piso y aterrizar sin rasguños. Y cuánto nos queda por hacer. Y ojalá solo vaya a más.

Aire que se lleva tus misterios, hacia el Sur se van.

Y sé que a veces piensas que estoy algo ido pero nunca pierdo una sola oportunidad de admirar cómo te deslizas como si fueras de viento y al contacto con mis dedos te desvanecieras.

Si tu magia ya no me hace efecto...
                                  ...¿cómo voy a continuar?


Tuesday, 16 September 2014

Adagio assai

Tan                                                lento.

Te vas como el sol entre las nubes o como en invierno.

Tan                                                lejos.

Me quedo como los árboles de hoja perenne o como la brisa en Valencia.

Tan                                                nuestro.

Me dejas como las rosas caducas o como un Serrat sin voz.

Tan                                                cruel.

Nos vemos cuando, en invierno, caigan las rosas caducas de sus tallos perennes. Cuando las nubes no hagan otra cosa que moverte hacia mí. Cuando deje de caer en el olvido. Cuando solo te llore versos de Serrat y vueles con ellos, por una vez.
Nos vemos cuando azote el miedo, cuando casi nos quedemos sin aliento.
Como cuando llevas veintinueve minutos en la cinta de correr, a velocidad máxima, creyendo que en cualquier momento te desplomas. Siendo el minuto más largo de tu vida hasta el momento, el más duro. Queriendo tirar la toalla a treinta segundos del final. Cerrando los ojos a diez de la meta. Soltando alaridos en el último segundo.

Y ya.
Tan                                               lento.

Admiro al mundo por haberte conocido.

Wednesday, 10 September 2014

No quiero ni quiero

Ya no quiero los besos apasionados que se piden a la Luna.
No quiero estar a espensas del Sol.
No quiero rogarle al mundo en un par de versos.
Ni quiero hacer poemas de amor desdichado.

Solo quiero hacerlo lo más simple posible.
Sin desvíos ni atajos ni laberintos.
Ni lágrimas que serpentean entre letras amontonadas.
Que todas significan lo mismo.
Que todas personifican al mismo.


Solo quiero contar los días para volver a ti... 
 ...sin moverme de aquí.

Wednesday, 20 August 2014

Todo se va, todo me gusta

Yo trato de rozarte pero tú me aprietas contra el miedo.

Yo solo busco poner la música un poco más alta, correr un poco más rápido, pisar un poco más fuerte.
Pero se me va de las manos.
Y lo bueno de esto es que todo me gusta.

Yo trato de susurrarte pero tú me gritas al oído.

Hay una cosa de ti que nunca podré desprender de mí.
Pero todo lo demás depende
de lo cerca
o lejos
que estás.

Yo trato de conocerte pero tú ya llevas escrita la mitad de mi diario.

¿Y cómo lo haces? Si desde ahora mismo hasta este momento ya no soy la misma persona.


Tuesday, 12 August 2014

Excusas

Que lo siento si me enfado cuando no estamos juntos. Perdóname si odio esto de ir cada uno para un lado.
Pero es que eres de extremos: caes cuando no estás conmigo (cuando yo a veces no estoy para nadie ti) y huyes llamado por la responsabilidad cuando lo único que quiero es respirar contigo.
¿Cómo quieres hacerlo? Si deseas dormir a mi lado y rechazas lo más parecido a ello, permanecer juntos el tiempo que estaríamos soñando.
Que yo ya sueño contigo. Despierta y perdida.
¿Para qué quiero descansar si significa separarme de ti? ¿Para qué quiero seguir tachando días si es sin ti?

Explícame por qué todo sube y baja. En un momento lo quieres todo y cuando lo tienes prefieres dejarlo al lado. Que sí, comprendo tus excusas. Pero es que está llegando el momento en el que las excusas solo serán recuerdos. Porque ya, quieras o no, se irán de tus manos y estarán a merced del tiempo. Y, claro, solo querrás volver a tenerlo todo (las excusas).

¿Cómo quieres que actúe? Se me va la vida en pensar cómo verte cada segundo y cuando tengo un desliz y se me borra tu recuerdo, rápido llegas como si hubiera preferido a mil personas antes que a ti. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Qué es lo que me pasa?


Sunday, 3 August 2014

Trocitos de nosotros en la red

I am because you are.

¿Alguna vez has estado enamorado? No estoy hablando de un amor que corresponda: ella está ahí, tú estás ahí... Estoy hablando del amor verdadero. Cuando el amor es una explosión, tan repentina, tan rápida. Algunas noches aparece e igual se desvanece. ¿De qué manera consigue volver a tu mente? 
Y antes de saberlo, ella está en todas partes. En tu cama, en tu trabajo, en tu casa. Incluso en tus sueños. 

Todo por culpa del amor.
Todo.


Wednesday, 30 July 2014

Multicolor

Y te quejas de que escriba.
Pero no dejo de escribir.

Y te quejas de que cante.
Pero no dejo de cantar.

Y te quejas de que esboce.
Pero no dejo de esbozar.

Y te quejas de que me pierda en el blanco del techo. De que vea todos los colores que lo componen, ya sabes, trato de buscar la órbita y hacer que deje de girar de una vez.

Me pierdo en la levedad de las plumas que rellenan el espacio que queda en mi habitación. Y deseo mudarme de una vez, dejar de ahogarme entre tantos planes que entre ellos se ponen la zancadilla para llegar a ser los primeros. Ya sabes, nunca me gustó competir.

Quizá por eso ahora solo estoy mirando cómo gira el blanco de la pantalla. Esperando a que la ruleta se decida por algún color.


Monday, 30 June 2014

Duelo

25 de febrero de 2013 
"Ah, hoy casi lloro de felicidad. Solo por verle la cara. Este chaval es más grande de lo que pensaba."
 30 de junio de 2014
"Hoy me han fallado las piernas cuando he escuchado su voz. Apenas estoy segura si es involuntario, innato o futurista. Hoy he llorado, y no le había visto la cara. Ayer también. Y mañana."

Monday, 23 June 2014

Stand by postconvencional


Este adiós no maquilla un "hasta luego", 
este nunca no esconde un "ojalá", 
estas cenizas no juegan con fuego, 
este ciego no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo, 
esta letra no la protestaré, 
ahórrate el acuse de recibo, 
estas vísperas son las de después. 

A este ruido, tan huérfano de padre, 
no voy a permitirle que taladre 
un corazón, podrido de latir; 
este pez ya no muere por tu boca, 
este loco se va con otra loca, 
estos ojos no lloran más por ti.


Realmente ahora sé por qué te enfadabas tanto cuando fingía que nuestra relación estaba tan rota que lo mejor sería terminarla. Y realmente no sé qué clase de intuición hizo que no lo volviera a repetir. Si no lo entendía.

No entendí nada.

Me muevo por inercia.

Y, ahora, tan cerca de la desesperanza, o tan dentro de ella, tan solo me queda pensar que ojalá nunca hubiera dejado de repetirlo. Por lo menos no hubiéramos perdido el humor. Porque era broma, ya sabes.

Realmente ahora solo se siente bien entre versos de Sabina y con las luces tenues de la habitación raramente ordenada. Lo primero que quise fue marcharme bien lejos. ¿Desde cuándo mi habitación ha estado ordenada más de dos días seguidos? Pues ahora lo está. Y solo me hace pensar que no sé dónde estoy. Y decidme dónde estaré. En mi próximo cumpleaños, tan igual y tan diferente a todos. 

Y tan lejos de todos.

Y tan lejos de mí.

Hice trampas al póquer, defraudé a mis amigos. Por el mismo motivo por el que suena tu canción favorita cuando estás a punto de llegar. Y por el mismo por el que ya no puedo nada más que pensar que las barreras son involuntarias. Y el dolor necesario. Y la desilusión un espectro.

Realmente ahora desconozco por qué ya de todos los planes quedan menos uno. Y menos cinco tantos a las ganas que existieron. Y por qué tiré la toalla sin haber salido de la ducha. Y por qué se ha quedado levitando, sin querer caer y sin querer volver. Como el antiguo stand by que tanto te gustaba. 

Que ojalá te siga gustando.

Que ojalá sepas a lo que me refiero.

Quizá así no esté tan lejos. Tan fuera, tan en el banquillo. Tan resignada al paso de los días sin sentirlos. Con lo que a mí me gusta sentir. Y con la presión de perder el tiempo en cada apunte. Y con el fracaso a dos días, ya escrito en el folio de examen.

No abuses de mi inspiración, 
no acuses a mi corazón, 
tan maltrecho y ajado 
que está cerrado por derribo. 
Por las arrugas de mi voz 
se filtra la desolación de saber 
que estos son los últimos versos que te escribo, 
para decir "condios" a los dos nos sobran 
los motivos.


Monday, 16 June 2014

Némesis

Una vez. Solamente una vez, ya lo ves. Y no fueron mis pies, que fueron mis manos las que se enredaron.

Me traes el frío de las ciudades del desengaño. Te abrazas a las calumnias de la suerte. Y obvias lo que se te viene encima. Te olvidas de que te estoy esperando. No te preocupas de recordar mi nombre cuando son tus manos las que se quedan pegadas al hielo. Porque los besos, en el frío, atrapan. Porque los besos, en el frío, te roban la conciencia.

Una vez. Solamente una vez. Y por más que lo pienso siempre noto el peso.

Me he recorrido todas tus antesalas y juraría que han dejado de oler a ti. He paseado por los fiordos del deseo y no me puedo acordar de cuántas margaritas descuarticé antes del primer beso. He sabido del nombre del miedo a manos del amor y he enloquecido con el tacto de la soledad. Dime si desde hace mucho amor más amor es dolor. Y si la distancia entre hipotenusa y catetos sigue siendo cero. He decidido dejar de hablar, dejar de andar y dejar de amar (por lo menos mientras no ames).

Volvería a caer, volvería a saber. 

Y aunque tú me pierdas yo siempre me encuentro contigo.

Cuando vienes, vas. Cuando vas, no estás. Y yo vivo enganchada a los pasos que das.

 Y tanto que he escuchado que la Luna es un poco menos blanca, que el Sol es un poco menos brillante y que a la Vía Láctea la han desahuciado por ese cerrado por vacaciones.

Yo no quise correr. Solamente una vez me mandaron los pies.

He visto el odio en tus ojos y he llorado por ello. He visto la urgencia en nuestros labios y he llorado por ello. He sentido el frío de la eternidad sin tus ropas en tan solo un segundo. 
Y he llorado por ello

¿Dónde vas? Tan solo y tan tarde que no te acuerdas de nadie. 

He buscado las razones que aún me han faltado para alejar tu némesis de tus latidos. Y cuando voy a cogerlas se me escapan entre los dedos. Y se adhieren a tu corazón y lo oprimen sin pudor y me desgarro con pasividad y me desato de mi cordura y me acuerdo de qué sería de mí sin ti y me vuelvo a acordar de que no encuentro tu olor. 

Una vez. Solamente una vez, ya lo ves. Una vez te perdí, una vez te seguí. Una vez, dos y tres. 

Maldigo el momento en el que emancipé al corazón. Maldigo la vez que decidí mirarte de reojo y suspirar.

Una vez me enamoré del lado oscuro de ti. Di tantas vueltas que perdí el rumbo.



Thursday, 12 June 2014

Por nada

Solía compararme con Goya, aunque no hubo nunca nada que realmente me gustara del brochista.
Solía andar por el mundo virtual a ciegas, cansada y a solas. Desértico.

 Y confiaba en que tenía talento. Que algún día quizá sí significara algo.

Solía pensar que eso de gustar era mera compasión, compromiso y todo lo que empezara por com.
Solía pararme a pensar, mirando cómo mi talento desaparecía hoja tras hoja. 

 Y confiaba en que no fuera cierto que quizá siempre había estado perdido.

Solía llorar a menudo, por perder el tiempo, por no hacer nada, por ver pasar los días.
Solía soñar con lo que iba a pasar, con lo que nunca pasó y solía llorar a menudo, por perder el tiempo, por no hacer nad


Thursday, 5 June 2014

Con coraza y sin corazón

Dicen que el mundo se muere este año.
Me da por vivir.

No creo en la humanidad. No creo en esta humanidad. 
No creo en los que visten de seda y diamantes a sus semejantes para que sean todo menos eso. Iguales. Parecidos. Nacidos en el mismo mundo. 
No creo en los que idolatran a semejantes por tan solo un par de letras que acompañan al nombre al que responden. 
No creo en una humanidad movida por las cifras, que supedita la valía de un corazón a un papel. 
No creo en esta humanidad que desordena. La misma que aparta a los que se mueven a contratiempo ya sea queriendo o sin querer. La que cree saber todo de todos y acaba creando los convencionalismos que son nuestros impulsos innatos, incluso antes de llegar a respirar. Y la que rechaza la individualidad con derechos vacíos de aplicación que la aseguran.
¿De dónde sale ese odio innato a una bandera? Si son colores puestos en bandas. Pero, ¿cómo te desprendes de él? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Hasta el punto en el que despreciar a tu nación viene a ser parte de tus rasgos de persona, que vienen pegados a ti al nacer.
Ni bueno ni malo, solo pregunto por qué. 
¿Qué nos queda por vivir en una humanidad que te restringe todo? ¿Por qué decidir en torno a las decisiones de cualquier organismo formado por las oligarquías que ni siquiera saben tu color favorito? Quizá para ellos es más fácil sí conocerlo: el que no esté reflejado en tu bandera.
No creo en una humanidad que busca sus vestigios de renovación más allá de donde puede ver. La que piensa que cuanto más lejos, mejor se vive. La que cree que siempre hay alguien por encima y alguien por debajo. La que no entiende que todos somos humanidad.
Y todos somos tan increíbles. Porque no se puede creer en nuestra bondad. No porque nos sobre.
Tanto como su detestable manera de presentarse.
Esta humanidad que dota de temor a los ojos de los recién nacidos, que lloran ya no por instinto, sino por rutina. Que se agarran a cualquier cosa que se parezca a un dedo, aunque raje, aunque dañe. Así van cogiendo experiencia, un punto más para su curriculum vitae.
Esta saña que más que daña corroe hasta lo más puro. ¿Qué queda no contagiado de los desaires de esta miseria compartida? Y se extiende. Y para no sentirnos más culpables lo llamamos tradición. 
No se puede ser más presuntuoso.
No creo en esta humanidad con coraza y sin corazón. Sin corazón.

¿Quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón, donde guardo el corazón.

¿Por qué tapas tu boca cuando ríes? ¿Por qué no tienes los ojos tristes cuando lloras?
¿Qué le has hecho al mundo? 


Wednesday, 28 May 2014

A los de siempre

Lo único que hacemos es seguir y seguir... y amar todo lo que se cruza en nuestro camino.
Todo lo que hacemos es sonreír, ser sin querer, ayudar sin esperar nada a cambio.
Todo lo que hacemos, ya está hecho. Y lo demás... bueno, ahora solo queda echar de menos.


Y, ahora, ¿qué? ¿De dónde voy a sacar mis respuestas? Después de todo, ¿de dónde voy a sacar a personas que ocupen vuestro puesto de la manera tan perfecta en la que vosotros lo hacéis? Decidme que no es tan imposible, que quizá me prometáis que nunca permitiréis que ese puesto quede vacante. Decidme, ¿cómo os despido ahora?

A mis lunas menguantes, con su capa de azúcar glassé, a las que nunca le falta la pureza del blanco roto. A las que nunca, nunca, nunca voy a tener tan cerca como para no echar de menos. A las que me lo han dado todo en tan poco tiempo, las que siempre me sorprenden. Las que cada día escuchan, miran y entienden. ¡Y luego se ríen! Sea lo que sea, siempre reír, siempre ser feliz. Nunca se podrían encontrar palabras de agradecimiento, nunca se podría encontrar un lugar donde estar con ellas y no sentir esa completitud. 
A aquella que lo único que se le ocurre decir después de hacer el examen de nuestras vidas es un energético: ¿A ti no te motiva el himno del Sevilla? Y a continuación empieza a cantar, como si nada, con más optimismo del que nunca existió. Y Sevilla, Sevilla, Sevilla. Aquí estamos contigo, Sevilla. A la misma que cada día se reía sin parar, por cualquier cosa. La que nunca se deja derrotar. De la que admiro su fuerza de voluntad, aquella que cuando todo va mal, está segura de que cambiará. Esa que te transmite la felicidad, la tranquilidad. Su risa como respuesta a todo, como medicina de las decepciones. Infalible. Invencible.
A mi chica de biblioteca. La que me ha enseñado que incluso en sitios donde está prohibido hablar se puede llegar a meter a un alma tan dentro del corazón que faltarían mundos para sacarla de ahí. A su calidez, su capacidad de hacerlo todo fácil. De ver las cosas fácil, de alegrarse de tus alegrías. De convencerte de que la ilusión también es cosa de dos. Nunca dejes de contar los días que quedan para llegar a tu meta. Y nunca dejes de pensar que cada uno que pasa es tan importante como el último. Nunca pierdas un día. Nunca permitas que tu entusiasmo, tu carisma y tu manera de ser desaparezcan.
A mi enana, la que me saca mil cabezas cuando se trata de ser. La que todo lo siente tanto que rasga. La que podría sustituir a Eros sin que nadie se diera cuenta del cambio. La de las ganas de hacer, que te prestaría hasta su casa si se lo llegaras a pedir. Aquella de la sonrisa, la mirada y la inocencia de una niña. Lo que hace su encanto, lo que la hacer ser. Tanta delicadeza de miniatura, tanta sensibilidad de Bernini. Y tantas risas que complementan a miradas cómplices. Cuántas cosas nos habremos dicho sin decir. Y cuánto de cerca queda esto de decirse adiós. Y cuánto empieza a rajar. No permitas que nadie te quite la gracia que te identifica, la delicadeza de tus movimientos. Y si vuelves a llorar, que sea de felicidad. Y si vuelves a llorar y no es de felicidad, que sea un segundo, y que pienses en todo lo bueno que hay en ti y todo lo que te rodea que haces bueno. Y sonríe. Y enamora con tus carcajadas. Porque enamoras, chica, enamoras.
Y, cómo no, ¿cómo podría ser de otra forma? A la persona más cariñosa del mundo. La que nunca falta. La que conoce tus secretos incluso sin decirlos. La de los ojos bonitos siempre y con un plus cuando están al sol. La que me enseñó que el amor de mi vida no es necesariamente el que me acompañará para siempre, sino el que me ha acompañado durante lo que he vivido, que eso sí es mi vida, no lo que aún queda por vivir. Aquella persona que siempre le faltan los abrazos, los besos y las fotos. Y los pide. ¡Vaya que sí los pide! Y los recibe, ¿cómo negarse a tus ojos, amor? La que valora tus ilusiones, tus proyectos y siempre está dispuesta a ayudar. La que lo da todo sin esperar recibir absolutamente nada. A la que se le cae la bondad por los costados. La de las bromas a media voz y la risa inesperada. La que comprende cada poro de tu piel y te hace sentir tan a gusto en cualquier lugar, que no te importaría firmar un contrato para tenerla ahí toda la vida. Es más, no me pensaría hacer cola para ello. La que quiere y es querida. Te haces de querer, tanto que no dudaría en decir que eres uno de los amores de mi vida. La que ama el baile tanto como a sus musas. Que ya es decir. Ya es decir. Nunca dejes de brillar, ya sabes, nunca dejes de querer, nunca dejes de ser tú. Nunca me olvides.

Pondría la mano en el fuego por vosotros. Y aseguraría que estos dos años han sido los mejores de mi vida. Quizá no en el mejor sitio, pero con la mejor compañía. Todos habéis construido un pedacito de mí y eso es lo que os lleváis. Exactamente lo mismo que yo espero llevarme de vosotros. Nunca dejar de caminar y nunca, nunca dejar de recordar. Eso es lo que me llevo. Eso es lo que me arropa. Gracias por hacer de mis días algo que realmente merece la pena, por hacerme reír, por comprender y por el cariño. Gracias por vivir, por ser, por estremecer. Gracias por sentirme obligada a escribir cada una de estas palabras. Y que ninguna de ellas sea tan grande como para explicar vuestra grandeza. Perdonad mi osadía, no me olvidéis.

Monday, 12 May 2014

Así

Contigo las cosas son fáciles. Rompes los días suicidas de un mes en un mísero segundo de compostura. Rompes con los autorreproches que causan las tormentas con tan solo el tacto.

¿Cuánto tiempo nos queda para brillar? Cuando la música te abrace y te lloren los silencios, búscame. Cuando vuelvas a sentir la seguridad de la calma en medio del océano o cuando tengas claro que mañana esa estrella ya no estará, llámame. Pero cuando necesites mi voz, mi tacto o mi humor, déjame ir.

Igual lo hago yo. Como si todo fuera aplicable a todo. Haga lo que haga y diga lo que diga, siempre este hedonismo que casi nos asfixia. Casi. Y nos define por las noches pero nos traiciona con cada primer rayo de sol de cada día.

Has dejado de notarme, he dejado de buscarte. Has vuelto con más ímpetu, me has aplastado con tus ganas. Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así.

Y hoy me cuesta más hablar de mí y mucho menos hablar de ti. Aunque me cueste todo lo que no sea esperar.

No me he enterado de la mitad. Lo que has dicho son palabras que significan libros y frases sin terminar que son párrafos.

Monday, 5 May 2014

En vis a vis quincenal

Decían que con sus versos quebraba el tiempo,
 se estremecía el viento.
Decían que cada uno de sus besos resumía su cordura,
¿por qué se enamoró de tu locura?

"Y después nos dejaremos, si nos queremos dejar."
Nuestras cadenas son de sal. Una sal que se deshace con más lágrimas de sal. Nuestras despedidas son de nata de montar. Y se deshace en apenas varios minutos. Te vas volando y amenazas con no regresar. ¿Qué hemos hecho mal?

Mañana tenemos cita donde le roban tiempo al amor. No hay nada más precioso que lo que perdí. Y lo que aún nunca tuve, que me mira de soslayo. Y lo deseo. Lo deseo como el arte. Como que mis manos vayan solas, a veces incluso sin hacer caso al tempo de mi razón, marcando el pulso en las venas. Sacando de mí lo que solo es tuyo.
Lo que siempre será tuyo. Mi todo guardado para ti.
Y lo que queda, lo reservo para cuando faltes. Nada.
¿Qué me queda si te vas? ¿Qué tengo si estás?

Just a second.                                                     We are not broken.

¿De qué me sirve reír si ya no me acompañas con tu voz? Tus huellas son tan inestables que no se desprenden de mí ni en los días de calor. ¿Por qué? Me rompes en mil pedazos. Me pides, o quiero que me pidas, que esté a tu lado. Pero sin pedírmelo. ¿Y cómo me resisto? Si eres tú. Si siempre has sido tú. Eres Platón. Eres lo peor. Eres la imperfección. Eres lo que no quise en mi vida. Eres un no.
Pero eres tú.
Y te pegas como la masilla de carrocería. Me quemo con tu contacto. Mataría por estar contigo. Y, luego, si llego a estar, ni siquiera tendría una palabra para decirte sin miedo. Tengo tanto miedo de perderte que llevo creyendo estar en la cuerda floja desde la última vez que creí haberte perdido.

En un lado todo el daño, todo lo bueno en el otro; pero tú nunca en el centro, siempre haciendo algún destrozo. Porque nada vale nada en un lado o en el otro, se equilibra la balanza y duele todo.


Ya no puedo coserme, reinventarme ni quererme, ha sido todo tan raro, sucedió todo tan fuerte.



Para dejar por escrito que no voy a abandonar.
Y ponerle sangre al grito de los que aman sin poder amar.



Friday, 2 May 2014

Resquicios

Soy esa persona que se ahoga en un vaso de agua. Que se hunde en una cáscara de nuez. Soy esa persona a la que le afectan los detalles como si fueran bombas atómicas. Y esa que siente todo de más, la que se preocupa por cada mínimo resquicio de anomalía que desarme su utopía casi perfecta. A la que se le cae el mundo cuando las hojas del árbol se posan en el suelo del revés. O cuando le rechazan la más mínima cosa materialista que se adueña de su ilusión por casi un mes. Soy esa persona que sufre sin querer y por querer. La que pierde la cabeza si llega tarde. La que siempre necesita cien cosas que hacer y poder solo dos a la vez.

Se adueñan de mí mis demonios cuando ni siquiera me he dado cuenta de que he llegado a rozar mis infiernos. Desciendo de mi cumbre de felicidad cuando todavía me quedan legañas en los ojos. Y cuando llego al suelo me rompo en mil pedazos. Y casi sí se me puede ver. No me escondo cuando lloro. Me abruman siempre, siempre los recuerdos. Veo trozos de mi vida en cada esquina y los saludo sonriendo.



Fui esa persona.
Fui esa persona cuya única preocupación en el mundo era que los pies no quedaran fuera de la manta.



Monday, 21 April 2014

Todo lo que realmente hago

Es algo que probablemente sea malo para ti.
Es algo que indudablemente sea raro para ti.

Quería despertar y desperté.
Quería gritar y grité.
Pero tú no puedes decidir.

Quería ahogarme y me ahogué.
Quería cantar y canté.
Pero tú no puedes apagar mi llama.


Tú tienes sangre en tus manos y yo en mi corazón. Se está volviendo azul, se está volviendo a ir.

Yo necesito las noches de bohemia, las salidas en casa y las alas que me pediste prestadas. Yo iba a vivir por ti, a morir por ti. Hacer cualquier cosa por ti pero nunca me tuviste a tu lado. Porque me dejaste incluso antes de tenerme. Y yo iba a hacer cualquier cosa, cualquier cosa estando a tu lado y de tu lado. Vivir por ti, morir por ti. Y nunca me tuviste.
Y nunca me tendrás. Y nunca más esperar.
Me pierdes, tanto como casi me ganas, o casi me lo creo.
Me pierdes, tanto como quise anteayer.
Me pierdes, por fin, entre tanto ruido y tanto silencio. Entre tanta luz y tanta música.

Y ya, ya esta, me has perdido. Estoy aquí pero me has perdido. Hay algo peor pero me has perdido. Hay algo peor pero sigo aquí, más en mi sitio que nunca, a tu lado pero sin ti. Y ahora sí despierto, sí grito, sí me ahogo y sí canto.



Estoy yendo más rápido, más fuerte, ¿me echarás de menos cuando me vaya?



Sunday, 20 April 2014

Cómo el amor nunca muere



Y cuando importa empieza a doler.

Talk about how the love never dies

Y cuando duele empieza a terminar.


I want to be your everything...

....and everything is falling.

No quiero que quieras que vuelva a no estar. No quiero que consigas que vuelva a no estar. Y ni siquiera fuiste tú el que me hizo ir o el que me hizo volver. Tú solo ves a esa niña que siempre tiene la habitación desordenada. Tú siempre ves a esa niña que se queja de dolores que nunca tuvo. Tú siempre ves a esa niña que siempre pierde al póquer por verte ganar. No, eso último quizá no lo veas. Y no te has parado a pensar ni el porqué del desorden de mi habitación. Lo hago todo corriendo, todo menos el tiempo que estoy contigo. Y eso tampoco lo ves. Tampoco podrías ver que todo esto no tiene entonación de reproche sino de súplica. Siempre que trato de acertar apartas la diana. Siempre que empiezo a subirme al podio rocías el suelo con aceite. Y no te das cuenta, ni de que me pones la zancadilla ni de que me pierdes entre los pensamientos desordenados de mi habitación. Y jamás sabrás por qué me empeño en que no lo sepas.


No es que no te entienda. No es que no quiera estar contigo.
Pero tú solo me quisiste de la forma en la que quisiste que fuera.

Nos saltamos las despedidas.
Ya no tengo nada que perder.
Porque todo lo que consiga acercarme a ti no volverá a ser lo mismo.


Friday, 18 April 2014

Independencia

Todo irá bien, bien.

Que dejes que me clave las espinas de las rosas
Que dejes que me llene las venas de belleza

He tratado de hacerlo bien, he tratado de encajar todo sin fallar. No me vuelvas a enseñar, no vuelvas a pensar que sigues sujetando las cuerdas de este muñeco de madera de abedul. 

Yo aprendo de ti pero tú no juegas con tus lecciones. Ya no más. Por la independencia.

Al final todo resulta ser un juego de palabras, confundo los principios y saboreo los finales. Y ya no más. De verdad, ahora es cuando empiezo a aprender. Ahora es cuando empiezo a entender. Lo único que tenía que hacer era dejar de intentar conocerte a ti para pasar a conocer mis adentros. Y eso es el cielo.

Al final todo resulta ser más sencillo. Vivir. Y volver a volver a volver a sentir. Sentir contigo y sin ti. 

Al final todo era cuestión de puntos de vista. De entenderme a mí. 

Cuestión de tachar lo que hace daño.



Interdependencia.


Wednesday, 26 March 2014

Déjame ser

Time does not know us at all.

Mi culpa. Mis desequilibrios. Mi pico de la montaña y mi fondo del mar. Lo siento.

A veces creo que te odio y otra veces sé que te adoro. No es por ti. Te prometo que no es por ti.

Es solo que a veces me comparo con el viento. A veces me dejo llevar por las mareas de las voces que me invitan a recorrer los caminos de la curiosidad. Es solo que a veces me pierdo en mis laberintos. Y te prometo que no me encuentro, que no soy capaz de encontrarme. Te aseguro que, en algunas ocasiones, no sabría responderte si me llegaras a preguntar cuál es mi nombre, mi poesía o mi razón. Es solo que a veces, con mis idas y venidas, me ahogo en la inmensidad de la luz del sol, en el verde de las hojas de los manzanos y en el sabor del aire de la noche cuando llueve. A veces, y no tan solo a veces, no sé quién soy. Y no es por ti, no es por ti. Es solo que a veces prefiero dejarme los ojos mirando el blanco de las nubes y perdiendo la noción del tiempo. Es solo que a veces necesito tanto la soledad que ni siquiera quepo yo en su lugar.
Me seducen los caminos turbios. Me conducen al filo de la precipitación y me empeño en traducir el mensaje que dejan mis alas al volar. Si tienes que culpar, que sea a mí. Solo a mí. No es por ti. Soy así. Y aunque no lo sepas de mí. Disfruto pensando que lo tengo todo cuando acabo de perderte de vista sin querer. Que te adoro, que siempre te busco. Pero a veces se me olvida respirar tanto como puedo olvidarme de las razones por las que te necesito donde esté. Soy pura contradicción. Soy la retórica del corazón y la ironía de la razón. Y no he ganado ni una sola batalla de las que he librado conmigo misma. Autodestrucción. Déjame ser. Déjame aparecer cuando no me ves. Déjame crecer. Crecer al lado de los fiordos y de las olas del Caribe. Déjame dormir. Dormir para soñar. No sabes cuánto adoro y odio dormir. 
Lo siento. No es por ti. Te sigo prometiendo que es por mí. Te sigo prometiendo que escalaría la montaña más alta de la Luna solo por verte un segundo más. Te prometo que lucharía contra Goliat si me lo pidieras. Pero solo déjame ser. No te enfades si no escucho. Si de repente me callo en mitad de la historia y pierdo mi mirada por cualquier rincón de la habitación.
No te enfades si te presto demasiada atención. No me obligues a mirarte si acabo de cerrar los ojos. Déjame ser. Déjame llorar. Déjame reír. Ríe conmigo si te atreves, llora conmigo si puedes.
No me repitas de cuántas formas soy capaz de perder el tiempo. Intenta conocerme. Trata de entender lo que escribo. Es como un callejón sin salida. Revisa una y otra vez las razones por las que no te llamé aquella noche. ¿Dónde están? ¿Dónde estoy? Se han quedado todas allí, con las otras que me obligan a odiarte cuando más te quiero y a quererte cuando más creo que te odio.
Y no te odio. Te quiero por sacar lo mejor de mí. Te quiero por ser así, por hacerme ser así. Te quiero porque quizá no lo sepas. Te quiero porque no vayas a entender esto. Te quiero por ser. Te quiero por querer.
Déjame gritar. Déjame con mis chistes, con mis ironías. Preocúpate de mis pesadillas y hazme feliz por las mañanas. Prepárame para poder ser sin ti. Prepárame para echarte de menos sin doler. Prepárame para saber cómo se vive un día en el mundo sin tu olor. Pero déjame ser.
Sé tú.
Dejémonos ser. Olvidemos nuestras coincidencias. Inventemos otras nuevas. Déjalo estar. Déjalo ser.
Déjalo como está. Revuélvelo otra vez. Te prometo que no es por ti.
Que no es por ti.


Saturday, 22 March 2014

Casualidad

Si me sonreías no importaba nada y además confiaba en que todo iría bien.

Difícil es saber decidir. No, difícil es saber elegir bien. ¿Qué es lo que hacemos mal para que nunca nos falten trampas? ¿Y por qué os empeñáis en pensar que existe algo ahí arriba que coloca todos los obstáculos? Podríais simplemente pensar que todo lo que nos pasa es consecuencia del movimiento anterior.

Al fin y al cabo, todo esto podría ser un cúmulo de casualidades. Tus amigos podrían ser otros si hubieras nacido a cien kilómetros de tu ciudad. Tu familia podría ser otra si tus abuelos hubieran decidido tener más hijos. Tú mismo podrías ser otro si tus padres fueran distintos.

Pero, al final, siempre tenemos algo. Alguna casualidad que te acompaña. Pensamos que tenemos los mejores amigos, que no puedes llevarte tan bien con otros diferentes. Pero, ¿y si hubieras nacido en otro sitio? No tendrías a nadie. ¿Es así?

Aún así, me empeño en pensar en que mis casualidades me abruman. Mis casualidades me arropan. Mis casualidades se amoldan a mí, me abrazan los días de frío y me acompañan las noches de verano envueltos en sudor. Mis casualidades me hacen reír, me hacen llorar y me hacen vivir. Mis casualidades son para mí. Están hechas para mí. Y no quiero cambiarlas. Un día llegaron, aunque simplemente fuera eso, casualidad.

Solo necesito tener algunas cosas fáciles. Aunque sería aburrido. En realidad no lo necesito. Solo necesito a mis casualidades. "Le quiero más que a ti y ya no necesito huir de nada". Eso sería demasiado fácil. Yo me empeño en huir, en esconder, en tratar de hacer ver. Y, por casualidad, casi nunca sale bien.

Y es por casualidad que cada vez que estreno ropa nueva pido un deseo. Es por casualidad que cierro los ojos y le ruego al destino que me traiga todo lo bueno que yo espero. Casualidad y destino, es tan contrario como tu forma de ver y la mía. Y a la vez entran en la misma bolsa. Y forman tal parte de mi vida que no sería yo si no existieran, así, tan contrarias, tanto que decían que eran incompatibles.

Lo mejor sería pensar en la independencia. En que nada está conectado. ¡Pero es que todo está conectado! Debería pensar entonces que nunca te voy a olvidar. Debería pensar entonces en que siempre vamos a estar en el mismo lugar sin estar. Debería pensar en continuar y lo único que pienso es en dejar de pensar. Para no estropear, ya sabes, para no quitarle opciones a la casualidad. Si piensas algo de una manera, directamente se elimina de la lista de posibilidades que puedan ocurrir. Siempre sucede diferente. Como el color de tus ojos, cada vez es diferente. La independencia. Para mí la independencia sería pensar en ti sin que duela. Para mí la independencia sería verte y sonreír, sin pensar que te irás, por casualidad. Para mí la independencia sería crear arte, que salga de mis venas, impregnado de ti. De vosotros. Arte en formas y colores, en sonidos y en palabras. Y ese arte es independencia. No quiero que cojas mi brocha, no quiero que me indiques cómo retratarte o cómo describirte. No quiero que me obligues a recordarte ni a olvidarte. Solo quiero crearte. Cada día nuevo. Cada día distinto. Tal y como te concibo cada vez que abro los ojos.

Y para eso, mi amor, solo me basto yo. Solo me necesito a mí. Con mi brocha y mis venas. Con mis venas y mi lista de casualidades.

Mamá, yo quiero ser artista, tengo conmigo misma.


Wednesday, 19 March 2014

Exactamente

Estás forzándome a recordar cuando todo lo que quiero es simplemente olvidarte.

Mi concentración está exactamente donde estás tú.
Mi corazón está exactamente donde está mi concentración.

¿Cómo puedes incluso ahora dar los pasos tan fácilmente?
¿De dónde sacas esa firmeza contenida?

Mi felicidad está exactamente donde estás tú.
Mi estabilidad está exactamente donde está mi felicidad.

¿Por qué tratas de desordenar?
¿Por qué tanta cal y tan poca arena?

Mi vida está exactamente donde estás tú.
Mi herida está exactamente donde está mi vida.

¿Dónde guardas tu habilidad para hechizar?
¿Qué has hecho con la utopía que me robaste justo al dar la primera brazada en tus ojos?

Jaque mate.
Todos mis instintos me han fallado a la vez.



Sunday, 9 March 2014

Oráculo

Y domingo otra vez. Y sigue pareciéndome imposible que todas y cada una de las semanas sea capaz de romper la magia de cada viernes y cada sábado.
Sábado.
El sábado que te hace brillar. Que te hace creer estar más arriba que las nubes (aunque en realidad luzca un sol radiante que nuestro pelo no pudo catar).


¿Qué me puede faltar?

Tengo a aquellas personas que convierten tu peor pesadilla en el sueño que más ilusión te hace cumplir. 
Tengo a aquellas personas que ríen contigo mientras te miran a los ojos con más cariño del que pueda caber en el mundo.
Tengo a aquellas personas, aquellas que cuando hablas de ellas, es tu pelo el que no es capaz de evitar erizarse.
Tengo a aquellas personas. Y no voy a soltarlas.


¿Qué me puede faltar?

Ahogamos las sonrisas en el alcohol y tendemos las penas en el humo que dejan los aviones. ¡Pero luego pescamos las sonrisas entre risas! ¿Cómo podríamos dejarlas ahí, a su suerte? No somos tan crueles. Aún.
Aún.
Aún no hemos terminado. Aunque hubiera llegado el momento de casi soltar el adiós de la punta de la lengua. Aunque hubiera llegado el momento de confesar las lágrimas a escondidas. Aunque hubiera llegado el momento de asumir nuestra derrota.
Aunque hubiera llegado, nosotras somos más fuertes. Juntas. Y así lo batimos. Con fuerza. De la mano. Y con la sonrisa. Pactos. Pactos. No os soltéis. No os soltéis.


¿Qué va a ser de mí sin aquellas personas? ¿Qué diablos sería de mí?

Si son ellas las que me recuerdan lo increíbles que pueden llegar a ser. Si cada detalle me sigue fascinando. Si olvido todo. Todo lo malo. Y solo queda reír, llorar de la risa y volver a mirar. Y nunca, nunca dejar de soñar. 
Y si acaso pensamos que faltaba algo, de repente, viene como si nada. De la forma más inesperada, porque nunca podría haber sido de otra forma. Y, de nuevo, estamos todos más seguros de cuál es nuestro camino. ¿Por qué no? Que se enfade Edipo si le place, que venga el oráculo de Delfos. Que venga.


A ver quién se cree más oráculo aquí.


Por favor. Por favor. Por favor.
Tengo los dedos cruzados desde hace más de quince horas y no pienso separarlos.
Solo he guardado mis ilusiones en una hucha hermética.
Para sacarlas cuando estemos juntas.
Y no esconderlas nunca más.
Por favor.


Wednesday, 19 February 2014

Que digas o que hagas

Tú juegas a quererme, yo juego a que te creas que te quiero.
Buscando una coartada, me das una pasión que yo no espero y no me importa nada.

Tú juegas a engañarme, yo juego a que te creas que te creo.

Escucho tus bobadas acerca del amor y del deseo y no me importa nada.
¿Qué podríamos ser tú y yo a estas alturas? ¿Qué podríamos haber llegado a ser? Dime si de verdad te importó en algún momento que pudieran llegarme a cegarme mis pesadillas. Dime si alguna vez te llegaste a preguntar por qué me pasaba horas delante de aquella ventana. Dime si, aunque sea, te diste cuenta alguna de esas horas.
Nada, que rías o sueñes, que digas o que hagas.
Y no me importa nada, por mucho que me empeñe estoy jugando y no me importa nada.
Ya no vienes ni vas. Ya no sales corriendo ni vienes con prisa. Ya nunca más a mi lado y nunca más al otro lado del teléfono. Ya no más calor de verano bajo tus brazos, ni frío de invierno con el consuelo de tu aliento. Me tenías tan enredada en tus pensamientos que no fuiste capaz de encontrarme antes de que escapara de tu laberinto. La verdad es que tuve la opción de quedarme... ¿y qué? ¿Qué tienes que no me haga pensar en las espinas que amueblan tu laberinto, de los rosales que adornan tu vida pero que duelen más que cualquier golpe? Encontré la salida y estuve a punto de quedarme con las promesas que nunca salieron de tu boca, con la vida estática que figuraba en el cheque que estuve a punto de meter en mi bolsillo. 
Tú juegas a tenerme, yo juego a que te creas que me tienes.
Serena y confiada invento las palabras que te hieren y no me importa nada.

Tú juegas a olvidarme, yo juego a que te creas que me importa, conozco la jugada, sé manejarme en las distancias cortas y no me importa nada.
Y ahora, ¿qué es de ti? Podría contarte de mil maneras que te echo de menos pero estaría diciendo las mentiras que más harían crecer mi nariz.Y, aunque diga, diga y vuelva a decir, la verdad solo es una. Y es que es solo una la forma en la que puedo echarte de menos. Pero la olvidé en tu laberinto. Dime que es eso lo que ahora andas buscando. Dime que quieres que quede en mí algo de ti aparte de tu recuerdo emborronado. Dime que te esfuerzas por tratar de entenderme, ahora, incluso cuando ya no hay vuelta atrás. No sería menos absurdo que todas las promesas que estaba dispuesta a regalarte.
Nada, que rías o que sueñes, que digas o que hagas. Y no me importa nada, por mucho que me empeñe, que digas o que hagas y no me importa nada.
Todo esto no es más difícil porque tú ya no estás. Aunque siempre fuiste mi dificultad favorita, tengo que dejarte ir. Aunque siempre fuiste la estrella fugaz de la noche del veintiocho de febrero, tienes que dejarme ir. Todo esto no es más difícil porque no puede. Esa es la verdad. Simplemente no puede haber una cosa más compleja que repetir una y otra vez que te olvido... o que no me importa nada. Nada.
Y no me importa nada que rías o que sueñes, que digas o que hagas.
Y no me importa nada, que tomes o que dejes, que vengas o que vayas.

Y no me importa nada, que subas o que bajes, que entres o que salgas.

Y no me importa nada.

Monday, 17 February 2014

Estuches

Soy todos esos acordes que siempre me he propuesto hacer sonar. Y que incluso a veces he intentado que fueran algo más que un pdf guardado en esa carpeta: Guitarra.
Pero lo cierto es que no sé ni hacer un sonar un acorde de Sol, de Fa o de Si.
La verdad es que no tengo ni idea.

Y siempre querré aprender. Pero nunca lo haré.
Son las cosas de mi vida. Lo que me propongo para nunca llegar a hacer pero siempre querer hacer.

Y no, deja, por favor, de pensar que nunca es tarde para aprender y que algún día lo haré.

No.

No.

Está bien así. O quizá no.
El caso es que hoy en día, de la forma en la que soy, admiro a todo el mundo que sepa hacer un mínimo acorde en una guitarra, me inunda la curiosidad cuando veo a cualquier persona con un estuche en forma de instrumento por la calle y me muero de ganas de aprender a hacer uso de lo que sea que haya dentro de ese estuche.

Es así. Siempre ha sido así. Y no quiero perderlo, no quería perderlo. Pensaba que si yo misma llegaba alguna vez a llevar uno de esos estuches a la espalda, ya no sentiría esa admiración innata por los demás estuches nunca más. Y, aún así, con el miedo de perder esa increíble sensación, me atreví. Y el estuche vino a mí. Como si hubiera sido mío siempre. Y no dudo que, de hecho, no lo haya sido. Él para mí y yo para él. Mi saxo para mí y yo para mi saxo. Haciéndole compañía a la pintura, la literatura, el teatro y la fotografía.

Y, fíjate, no he perdido ni un mínimo ápice de esa maravillosa sensación. Pienso, sin querer, cada vez que veo cualquier estuche ajeno, que la persona que lo porta tiene que tener un corazón increíble y, sin llegar a querer pensarlo, ya sé que sabrá mil veces más de música de lo que puedo saber yo. Y lo admiro.
Da igual si he visto su mirada o no. Da igual si he llegado a escuchar su voz o no. O si alguna vez he podido analizar de qué manera hace el rabillo de la a al escribir. Lo admiro. Por ser como es. Por llevar el peso a la espalda, al brazo o al hombro.

La música no puede traer nada malo. Nunca.

Y, podría admitir a regañadientes (porque casi nunca faltan las lágrimas), que nunca me ha traído nada malo a mí.
Y, qué diablos, claro que formo parte de la música. Aunque nunca sea capaz de pensar que estoy involucrada al mismo nivel que todos vosotros.
Es algo en mí. Algo en mí que me obliga a pensar que nunca sabré más del 0'00000000...% que ahora sé de lo que significa un fa sostenido. O un si bemol.

Aunque incluso nunca lo llegue a saber. Soy parte de la música.

Y adoro saber que siempre estará esa curiosidad. Esa admiración. Ese deleite al ver cualquier estuche en cualquier lugar.