Wednesday, 1 August 2012

Droga y medicina

Ni tanto, ni tan poco.

Avanza el tiempo tú, que las manecillas del reloj están ya demasiado cansadas para continuar ellas solas.


Sabes cómo hacer que desaparezca el mundo y todavía no me explico cómo es posible. Sabes sacar lo mejor de mí y ni siquiera me da tiempo a extrañarme. Sabes cómo hacer que todo lo que echo de menos no me termine haciendo daño. Me enseñas a guardarlo, retenerlo y que incluso me reconforte recordarlo.

Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejó un tiempo de rosas en un rincón, en un papel o en un cajón.


Y por otro lado, no consigo separarte de cada ventana, rincón o lugar a los que mire. Siempre estás ahí, recordándome cualquier cosa menos que podré olvidarme de tu risa. Avanzas sin más, retrocedes sin llamar.

Como un ladrón te acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas...

Sácame de aquí. Llévame contigo. Recorramos el mundo sin parpadear. Enséñame a caminar a través de los sueños. Alcancemos las estrellas. Saboreemos cada pedazo de la Luna. No me des tu mano, coge la mía. Fuerte. Como si nada fuese más importante.


...que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve. 



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