Sunday, 24 February 2013

Me cuesta tanto olvidarte

Me alegra tanto oír tu voz aunque dormido. Por fin viajabas como en tus sueños, buscando un sitio para volver. 

Esto es todo lo que te puedo enseñar. Quizás preferirías que apareciera con un gran discurso, con una agradable melodía. O con una mirada de película. Dicen que eso funciona, pero, ya ves, para mí son como utopías: si he sido capaz de regalar una de ellas alguna vez, ni me acuerdo.


Y sin poder olvidar lo que dejas, lo que has aprendido, van a cambiar las caras, los sueños, los días; y yo lentamente te pierdo. 

En cambio, tú siempre me vienes con una de esas miradas, quizá sin darte cuenta, quizá es tu forma de vivir. De cómo hacer. Quizás seas tú, al fin y al cabo. Otra vez te vas para volver. Unas veces más tiempo y otras veces menos, ¿cómo es que todas parecen una eternidad? Dime, ¿qué le has hecho a mis relojes? ¿Es que se paran todos a la vez cuando te vas o soy yo, mis imaginaciones? Venga, no seas malo, dime el truco. Saca ese conejo blanco de una vez, quiero verle sonreír, a ver si sé así por fin que es posible que tu sonrisa se contagie estando muy cerca de ti.


Con un adiós, con un "te quiero" y con mis labios en tus dedos para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo. Te vas y te pierdo. 


Se contagie o no, decido estar cerca de ti. Para lo bueno y para lo malo. Así va esto, de las risas se sacan lemas y modos de vivir. Y de las lágrimas... de las lágrimas se sacan sonrisas. No es tan complicado. No lo es. Dime que no lo es.


Me alegra tanto escuchar tus promesas mientras te alejas, saber que piensas volver algún día.


Quizás no me explique demasiado bien. Quizás me ande con demasiados rodeos. Te quedas con mi parte, yo me cuelgo de tu voz. Pero, por el cielo, no hago las cosas porque sí, no canto con más ímpetu para que no me escuches. Lo hago para aclamar al énfasis, para que me ayude a demostrarte una milésima parte de lo gigante que eres para mí.


Porque mis ojos brillan con tu cara y ahora que no te veo se apagan... 

...porque prefiero que estés a mi lado aunque no tengas nada.

Tuesday, 12 February 2013

Jóvenes

Somos jóvenes y al mundo le duele no estar de nuestro lado.
Somos jóvenes y la derrota y la victoria visten el mismo disfraz.
Somos jóvenes y la lucha es el agua y el aire para vivir.
Somos jóvenes los lunes y los viernes. Los martes y los domingos.
Somos jóvenes y las seis en punto no es lo mismo que las seis y un minuto.
Somos jóvenes y nos duelen más un "no" y un "mañana", que un "jamás".
Somos jóvenes para la desgracia y la pérdida. Para la derrota.
Somos jóvenes y no sabemos lo que es el desamor a causa de tanto amor.
Somos jóvenes para el cansancio, para las ganas de descansar.
Somos jóvenes hoy... y mañana ya se verá.
Somos jóvenes, sin duda, somos jóvenes pero niños traviesos. Gatos sin dueño, perros callejeros. Elefantes libres. Acordes independientes. Átomos dispersos. Libros vacíos de oraciones y llenos de palabras. Inocencia impura.
Somos jóvenes pero no para las lágrimas que desgarran, ni para los sueños que anhelas, ni para las palabras que atacan, ni para una boca sin dueño. Ni para las miradas que asesinan, ni para las indirectas que llegan en línea recta.
Somos jóvenes para carecer de utopía.
Somos jóvenes y orgullosos de no ir más allá, de no anclarnos en el pasado o el futuro. De vivir. Sin más.

De vivir.

Unos minutos

Temblor. Temblor. Temblor.

Dime qué es todo esto. Vamos, dímelo. Dime que es una pesadilla. Dime que todo puede salir bien. Dime que yo nunca he tenido mala suerte, que el mundo me ha apoyado. Vamos, dímelo. Escúchame. Por favor.

¿Por favor...?

Ni tan hundido ni tan elevado. La cal y la arena. El fuego y el hielo en tu piel. El sabor de la hiel.

Ojalá ocurra un milagro y haga que existan los milagros. 

Todo es así de incoherente, todo es así de gris. Ni blanco ni negro. Gris.

¿Y arrepentirse? ¿Arrepentirse es malo? Quizás sea malo, pero creo que es lo más humano que existe.

¿Sabes qué? Hoy he pensado en ti, como todos y cada uno de mis minutos; y, ¿sabes?, creo que todavía siento que estás aquí, que voy a tu lado, como si no hubiera pasado nada, como si todo fuera como hace apenas una hora. Quizás deberíamos haber pensado algo más antes de cantar victoria. Quizás nos equivocamos al pensar lo bien que sabía ganar por actuar con cabeza cuando el momento que verdaderamente necesitaba esa "cabeza" era justo ahora. En este momento o, quizá, hace unos minutos.


Thursday, 7 February 2013

Y sin embargo...

De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por ti la vida entera. 
Y sin embargo un rato cada día, ya ves, te engañaría con cualquiera, te cambiaría por cualquiera. 
Mitad arrepentido y encantado de haberme conocido, lo confieso.

Tú que tanto has besado, tú.

¿Qué tienen los versos? Que enamoran y aminoran el pulso de corazones. ¿Qué tienen los besos? Que convencen de locuras y adormecen a la más oscura de las amarguras. Dime, ¿qué tienen? ¿Qué es lo que tienen?

Que me has enseñado, sabes mejor que yo que hasta los huesos solo calan los besos que no has dado.

Llevas tiempo merodeando por ahí, por los alrededores de mi pecho no precisamente vacío de sensaciones. Avísame cuando sepas algo, cuando descubras si vivo por ti o si solo estoy viva. Avísame.

Porque una casa sin ti es una emboscada, el pasillo de un tren de madrugada. Un laberinto sin luz, ni vino tinto. Un velo de alquitrán en la mirada. 

No me vale un: Lo sé, me quieres. No es viable un: Y yo a ti. Lo que es viable es saberlo sin decirlo, que lo sepas sin ayuda de mis palabras. Lo que es viable es un te quiero sin nombre, un te echo de menos desde las alturas, con los ojos cerrados y a dos centímetros de ti.

Y me envenenan los besos que voy dando. Y, sin embargo, cuando duermo sin ti, contigo sueño. Y con todas, si duermes a mi lado. Y, si te vas, me voy por los tejados como un gato sin dueño, perdido en el pañuelo de amargura que empaña sin mancharla tu hermosura.

Y cuando vuelves hay ramos de rosas, con espinas...
 Pero dos no es igual que uno más uno.