Wednesday, 29 May 2013

En ayunas

Ojalá decidas que nada fue suficiente.

No quiero convertir todo esto en un pozo sin fondo. O en una carretera al lado de un acantilado. No quiero pensar en cómo pronunciar un "no" para que no suene tan poco convincente. No quiero no perder el tiempo. No quiero un diario de páginas arrancadas. No quiero una fachada a medio construir. Ni un muro derrumbado del que solo se recuerdan sus pintadas. 
Yo quiero cada ladrillo. Cada gota de cemento. Cada nido de hormigas que haya en sus recovecos. Yo quiero mañanas marcadas de sal. De la sal que pondríamos a nuestras tostadas. Quiero un "buenas noches, hasta mañana" a dos milímetros de tu mirada. Quiero café por la noche y tilas de madrugada. Quiero hartarme de comer en ayunas...

...contigo.

No quiero un desenlace. Ni un punto final. No quiero pensar en cómo terminar. Quiero pensar en ti. Pensar en ti.

Quiero mirarte sin maldecir porque la noche llegará. Que la noche llegará.

Sunday, 26 May 2013

Mañana, mañana

Bienvenidos sean los días sin tu mirada. Que me despierten si, por casualidad, sigues estando junto a mí.

Desapareces los lunes y me vienes dando zancadas los miércoles. Te escondes los jueves y apareces silbando los viernes. Los sábados no hay quien te encuentre y los domingos... bueno, los domingos son míos. Nunca fueron tuyos. Quizá sí de tus recuerdos o de lo que me hacías sentir por casualidad.

Pero, y si me partes el corazón, que sea mañana, mañana.

Ya no sé lo que piensas. Aunque nunca lo supe. Quizás nunca quisiste que lo supiera. Y siempre consigues lo que quieres, sin querer o queriendo. Siempre fuiste un misterio. Y lo serás. Porque no sé qué es lo que tienes que no te esfumas en un parpadeo. Ni te confundo entre el humo de los coches. Ni dejo de acordarme de cada noche.

Debería asustarme, avergonzarme, criticarme. Odiarme. No, nunca odiarme. Nunca odiarte.

Sigo esperando tu carta en el buzón. Tus detalles de película a media noche. Tus confesiones totalmente predecibles. Tu "Ten cuidado, no me te hagas daño". Pero, creo, solo creo que siempre te juzgué por cosas que nunca tuviste. Y que quizás nunca tendrás conmigo. ¿Qué quieres que te diga? Me costaba aceptar tu uno más uno no siempre son dos o tu eso es lo que me dice todo el mundo. Y quizás me siga costando ahora.

Pero, ¿sabes cuál es la diferencia? Que ambos hemos elegido no tener que enfrentarnos a todo eso nunca más. He decidido no tener que plantar cara a un como todos.

Soy feliz siendo persona... pero quizás nuestras vidas hubieran sido totalmente diferentes si hubiese llegado a ser esa persona.