Ojalá decidas que nada fue suficiente.
No quiero convertir todo esto en un pozo sin fondo. O en una carretera al lado de un acantilado. No quiero pensar en cómo pronunciar un "no" para que no suene tan poco convincente. No quiero no perder el tiempo. No quiero un diario de páginas arrancadas. No quiero una fachada a medio construir. Ni un muro derrumbado del que solo se recuerdan sus pintadas.
Yo quiero cada ladrillo. Cada gota de cemento. Cada nido de hormigas que haya en sus recovecos. Yo quiero mañanas marcadas de sal. De la sal que pondríamos a nuestras tostadas. Quiero un "buenas noches, hasta mañana" a dos milímetros de tu mirada. Quiero café por la noche y tilas de madrugada. Quiero hartarme de comer en ayunas...
...contigo.
No quiero un desenlace. Ni un punto final. No quiero pensar en cómo terminar. Quiero pensar en ti. Pensar en ti.
Quiero mirarte sin maldecir porque la noche llegará. Que la noche llegará.