Me desangro porque ya no puedo morir por ti. He balizado el interruptor de esta habitación, por si te atreves a volver. Se ha quedado oscura, no necesito que me encuentres. Otra vez. Necesito no ver, ni delante ni detrás. Tropezarme en la zanja, con el filo de la baldosa rota. Necesito expulsar este aire y casi no volver a respirar. Casi. Casi. Para volver al azul de tus recuerdos. Que me miran y me increpan férreos.
No necesito que me salven. No necesito verte más. Necesito pintar esta casa de gris muy claro y volver a empezar.