Todas me miran. Me están mirando todos los ojos. Están viendo cómo muevo involuntariamente cada fibra de mi cuerpo. ¿Cómo lo llevo? No llevo nada, entiéndelo. No me pesa nada entre las manos. Se cayó tu peso el otro día. Y te juro que no hago otra cosa que buscarlo. Deja de preguntar cómo lo llevo. No hay que llevar nada, no hay que aguantar nada. Ya no me dejas aguantar tus palabras, no me dejas sostener tu mirada.
Por qué no me miran tus pupilas. Me están destrozando desde que no están.
Y si me llegan a mirar, nunca son las tuyas. Quieren ser las tuyas pero en otras. Y son otras.
Desean que sean las tuyas mis vibraciones, mis vértebras, mis ojeras.
Desean que sean tuyos mis escalofríos, mi columna, mis ojos.